En México, los mafiosos saben cómo aprovechar cada situación para no ser descubiertos. En este país centroamericano, que ha sido presa de la guerra contra las drogas durante muchos años, las autoridades luchan por recuperar terreno. La policía acaba de arrestar al jefe de la organización criminal más grande de la capital, Ciudad de México. A pesar de sus diversos cambios físicos para escapar de la policía, Roberto Moyado fue arrestado y ahora tendrá que responder por sus crímenes.

El Betito intentó mezclarse con la gente de México

El apodado "el Betito" acaba de ser detenido, y de una manera bastante sorprendente.

De hecho, el líder de la pandilla de la Ciudad de México había perdido 30 kilos e incluso le habían colocado implantes de pelo para mantenerse en la sombra. Pero este líder criminal fue desenmascarado, y tendrá que responder por sus múltiples acusaciones. El hombre de 37 años es acusado de venta de drogas, extorsión, robo y lavado de dinero. La "Unión de Tepito", que es la pandilla que dirigió, es una de las más activas de la capital.

La ciudad de veinte millones de personas es el área de operación de esta banda, que toma su nombre de un área sensible de la capital. La "Unión de Tepito" está acusada de estar en conexión con "Jalisco Nueva Generación", uno de los cárteles más poderosos del país centroamericano.

Se han establecido vínculos con este cártel para poder distribuir drogas en las calles de México, según las primeras conclusiones de los analistas.

La cirugía estética es una de las prácticas de los miembros de pandillas

La cirugía estética es una de las prácticas de los miembros de pandillas, en particular los jefes, para no ser reconocidos por las autoridades.

Renato Sales, el jefe de la Comisión Nacional de Seguridad, ha declarado que "el Betito" ha recurrido a esta práctica durante una rueda de prensa: "El detenido se había sometido a una operación de reducción del tamaño de el estómago y cambia su apariencia física para no ser reconocido".

Roberto Moyado ahora será juzgado por sus múltiples actividades como líder de una pandilla, y también podría estar involucrado en varios casos de homicidio no resueltos.

Aunque la cirugía estética es una de las soluciones de los delincuentes para esconderse de la policía, algunas operaciones pueden ser fatales. Este fue el caso de Amado Carillo Fuentes, un narcotraficante prominente en México, asesinado en 1997 durante una operación de cirugía plástica.