El presidente de EE.UU. quiere volver a la mesa de negociaciones y puede callar a otros detractores en los próximos días. Donald Trump, que está sumido en las acusaciones del ex asesor de la Casa Blanca, Omarosa Manigault Newman, ha tomado la delantera contra uno de sus oponentes más elocuentes, John Brennan. El ex director de la CIA, que tenía un permiso de defensa, acaba de ser removido de este derecho, porque según Donald Trump, este ex líder tiene conducta y comportamiento "errático".

Donald Trump continúa su 'limpieza' en Washington

Fue en un comunicado de prensa que el líder de la Casa Blanca anunció que suspendía el derecho de John Brennan a acceder a información clasificada como secretos de defensa.

Normalmente, cada presidente actual y ex presidente de la CIA tiene derecho a este tipo de privilegio, como recordó Sarah Huckabee Sanders, portavoz ejecutiva de la Casa Blanca. Este hombre de sesenta y dos años, un asesor cercano de Barack Obama, fue muy elocuente sobre Donald Trump.

En Twitter, el presidente de EEUU., como siempre, ha dejado un comentario sobre John Brennan, argumentando que este último es "una tarea en el país ". El ex jefe de la CIA, mientras tanto, para replicar en la misma red social explicando que esta iniciativa del jefe de la Casa Blanca solo sirvió para "suprimir la libertad de expresión" y "castigar a los críticos" al mismo tiempo. En MSNBC, también dijo que la decisión del jefe de estado es motivo de gran preocupación para los ex funcionarios que aún disfrutan este derecho de mirar la información secreta de defensa.

La oposición de Donald Trump denuncia una cortina de humo frente al caso de Omarosa Manigault Newman

Según Mark Warner, un senador demócrata, la elección de Donald Trump no es trivial. Según él, sería una distracción, mientras que el presidente estadounidense todavía está en problemas desde el despido de su ex asesora, Omarosa Manigault Newman.

La mujer de 44 años, que describe al hombre de 72 años como "racista", "misógino" e incapaz de dirigir el país, tendría todo para "desviar la atención" según lo explicado por Mark Warner.

Otros miembros o ex miembros del gobierno que aún se benefician de la autorización a información secreta de defensa podrían terminar estando pronto en peligro.

Este es el caso de James Comey, ex director del FBI, que fue despedido por Donald Trump mientras investigaba una posible "colisión" entre los Estados Unidos y Rusia durante la campaña presidencial del candidato republicano.