El juez Robert Lasnik de Seattle ha prohibido que los diseños de estas armas 3D se publiquen en Internet, según informa ABC News. Antes de que se diera legalidad a divulgar planos para fabricar pistolas en casa, el juez ha anulado la decisión alegando que esto puede ocasionar "daños irreparables".
Estados Unidos tiene dudas sobre las armas de fuego impresas en 3D
En 2012, Cody Wilson tuvo una idea polémica, difundir mediante la compañía llamada Defense Distributed armas 3D. Meses después, anunció la publicación de 'Liberator', que sería la primera arma distribuida por Internet.
Después de haber anunciado el diseño del arma, Wilson publicó los planos y se descargaron miles. Debido a esto, Wilson fue acusado de distribuir armas sin estar autorizado y obligado a evitar que se publicaran estos diseños por Internet.
Wilson no se dio por vencido y dijo ante el Departamento de Justicia que tenía derechos de publicar datos en Internet como ciudadano de Estados Unidos. Al analizar el caso, el Gobierno de Estados Unidos cedió y consideró que eran solo archivos digitales y no se pueden restringir. Inmediatamente, varios Estados de manera conjunta estaban en contra de la decisión del Gobierno de no hacer nada para evitar que se divulgaran estos planos. Al final, se prohibió la publicación de los diseños provisionalmente.
El juez reafirma el bloqueo
Ahora sin ninguna duda el juez decide reafirmar su sentencia y considera "que son mucho menores las consecuencias en lo que se refiere a restringir algún derecho, a lo que puede ocurrir si no se restringe la publicación de estas armas". De acuerdo a esta sentencia, Wilson no podrá publicar los planos de armas de fuego 3D a través de Internet.
Con esta prohibición de publicar planos para armas impresas en 3D, se le da la razón a grupos que están en contra de estas armas y que habían advertido que son peligrosas al ser imposibles de rastrear y sería ponerles las cosas más fáciles a personas con malas intenciones.
La decisión es bastante difícil ya que, en Estados Unidos, algunas leyes protegen el libre pensamiento y el acceso a Internet de manera libre y sin regulación.
Sin embargo, la conclusión a la que llegaron estos tribunales es que en este caso es mejor soportar las pequeñas consecuencias sobre las opiniones de lo que es un derecho, a las terribles consecuencias que puede ocasionar el que cualquier persona imprima armas en su casa.