Por considerar que se tergiversa la historia tal como la cuentan en el Museo de la Memoria de Chile sobre el golpe de estado ocurrido en 1973 y las violaciones a los derechos humanos en la sucesiva dictadura de Augusto Pinochet, el historiador Mauricio Rojas dimitió al cargo de ministro de Cultura del actual Gobierno del derechista Sebastián Piñera, en el que apenas había sido nombrado el 2 de agosto.

Rojas había expresado en diferentes oportunidades sus duras críticas sobre el enfoque del Museo de la Memoria calificándolo de mentiroso y manipulador con una mirada predominantemente de izquierda sobre la historia contemporánea chilena.

Esto hizo que su nombramiento en el cargo gubernamental para el área cultural fuera duramente criticado conduciéndolo a la dimisión del mismo.

Incluso el presidente Piñera reconoció lo impropio de los cuestionamientos al aceptar la renuncia de Mauricio Rojas, declarando que su Gobierno siempre tendrá una posición firme de rechazo frente a las violaciones de los derechos humanos ocurridas en cualquier tiempo y lugar. No obstante, también indicó que aún no estando de acuerdo con los criterios expresados por su exministro de Cultura, tampoco cree conveniente que sectores de izquierda del país pretendan imponer una verdad única sobre los hechos de la historia reciente, pues fundamentalmente aboga por la tolerancia y la libertad de expresión y opinión de los ciudadanos de su país.

“Una mirada manipulada de la historia”

Las polémicas opiniones de Mauricio Rojas, tal como las recordó la prensa en los días sucesivos a su nombramiento como ministro, habían quedado recogidas en el libro Diálogos de conversos, publicado en 2015 y en cuyas páginas se recogen conversaciones con el actual canciller chileno, Roberto Ampuero.

Según el historiador, el Museo de la Memoria de Chile presenta una mirada particular que busca impactar a los espectadores, manipular la historia e impedir que el público razone sobre lo ocurrido durante la dictadura de Pinochet. Luego de su nombramiento el pasado jueves 2 de agosto, estas aseveraciones publicadas hace tres años saltaron a la palestra de la discusión, dividiendo a los usuarios de redes sociales entre seguidores y detractores de las críticas expresadas por el ex ministro.

Posturas antiguas, posiciones nuevas

Mauricio Rojas intentó desde su cuenta de Twitter aplacar las tensas discusiones al declarar que sus apreciaciones pasadas no reflejaban necesariamente su postura actual, asegurando que independientemente a sus críticas siempre considerará como inaceptables las graves y sistematizadas violaciones a los derechos humanos que se vivieron en Chile.

Luego de su dimisión, el presidente Sebastián Piñera designó a la arqueóloga Consuelo Valdés como nueva ministra de Cultura de su Gobierno.