Venezuela es uno de los países en la actualidad más peligrosos del mundo según clasificaciones internacionales, tanto por asaltos, como por homicidios por encargo “sicariato”.
Sin embargo, el ministro del Poder Popular para Relaciones Interiores Justicia y Paz, Néstor Reverol informa que en Venezuela han bajado los índices delictivos. Lo cierto es que mientras que en Venezuela siguen sucediendo a diario transgresiones de los derechos a la seguridad e integridad de los que viven en ella, no se evidencian acciones que en positivo ayuden a la sociedad.
Asesinado comisario del Sebin en Barquisimeto
La ciudad de Barquisimeto está ubicada al occidente de Venezuela, ciudad en la que residía el comisario del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) y Jefe de Investigaciones de la Base Territorial Maracaibo, José Gregorio Bolívar Martínez el cual contaba con apenas 42 años de edad.
A las 8:30 de la noche aproximadamente, se presume que varios delincuentes entraron a la residencia del comisario Bolívar para robar. Al entrar en la vivienda, Bolívar se encontró de frente con los asaltantes y sacó su arma de reglamento para proceder y dar frente al hecho. Lamentablemente, entre los disparos perdieron la vida el comisario y uno de los asaltantes.
Situación real de la inseguridad
No están seguro en sus viviendas los propios efectivos policiales, entonces qué quedará del ciudadano común. Por instrucciones del mismo Gobierno desde hace varios años no emiten porte para permisos de armas para defensa personal, por lo que el ciudadano no tiene cómo defenderse.
Esta directriz al parecer es para controlar a la delincuencia y al mal uso de los armamentos.
Pero lo cierto es que el ciudadano común el cual desea estar legal para poder portar arma para con su defensa personal no puede. Por tal motivo, la ciudadanía se encuentra en manos de los delincuentes, quienes sí poseen armamentos. Al parecer los venezolanos no solo huyen de su país por hambre sino también por la inseguridad.
Solo en el 2017 se pudieron cuantificar 26.616 homicidios, cifra alarmante para un país tan pequeño lo que evidencia la alta tasa de criminalidad. Dicha cifra no concuerda con lo que exponen sus altos funcionarios sobre el supuesto control de los índices delictivos, lo que sí se puede apreciar es el mal estado en el que se encuentran sus instituciones policiales y el mal servicio que estas prestan.