Los 12 niños y su entrenador de fútbol, todavía están atrapados en una cueva en Tailandia. Según informaciones de las autoridades ellos aún no pueden ser sacados del sitio dónde están, ya que no están capacitados para bucear. El gobernador de Chiang Rai, Narongsak Osottanakorn, informó que los niños pueden caminar, pero no están actos físicamente para salir nadando a un sitio seguro. Un grupo de médicos fue enviado hasta los niños para verificar su estado de salud y en general los chicos presentan una condición estable, sin embargo, algunos de ellos todavía están débiles.
A los chicos se las ha llevado alimentos y oxígeno para mantenerlos en las mejores condiciones físicas. También se han podido comunicar con sus familiares a través de dispositivos que se les ha enviado hasta el sitio donde están.
Trabajando contra reloj
Los rescatistas y las autoridades están tratando de actuar lo más rápido posible, debido al peligro que significa las lluvias que amenazan con complicar el trabajo de rescate. Los niveles de agua han bajado por los trabajos de bombardeo realizados. Las autoridades estuvieron evaluando la opción de sacar a los niños en estos momentos, pero al conocer el estado físico de algunos de los niños, el gobernador de Chiang Rai, aseguró que por ahora no podrían sacar a los chicos de la cueva donde están ubicados, a 4 km de la entrada.
Los niños fueron encontrados a los diez días
Los niños y su entrenador habían desaparecidos cuando exploraban la cueva de Tailandia, considerada la cuarta de mayor longitud del país, y a los 10 días fueron hallados por 2 rescatistas británicos que ayudaban en la tarea de rescate. En medio de una excursión los jóvenes se perdieron y la cueva se inundó por las lluvias.
Desde entonces, los expertos están considerando las mejores opciones para sacar a los chicos con vida, pero el proceso de rescate se ha complicado.
Los expertos han informado que si deciden sacar a los jóvenes a través de los pasadizos, el trayecto será largo y con las aguas turbulentas, sin sentido de dirección, es por esto que se están tomando las medidas preventivas para evitar cualquier complicación.
Lamentablemente, uno de los buzos voluntarios, encargado de transportar bombas de oxígeno, falleció a en medio de su regreso a la superficie, luego de quedar sin suministro de oxígeno. Esto demuestra la dificultad de la misión de rescate de los jóvenes atrapados.