Mike Pince, el vicepresidente de Estados Unidos, acusó al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega de estar en guerra con la iglesia católica, la cual está actuando como mediadora de la grave crisis política y social, que está atravesando actualmente Nicaragua.

Mike Pence acusa a Ortega de estar en guerra con la iglesia católica

"El presidente Daniel Ortega está tácitamente librando una guerra contra la Iglesia católica", expresó Mike Pence en una ceremonia en el Departamento de Estado, donde están participando más de ochenta representantes de diversos gobiernos a nivel mundial, en una cumbre sobre la libertad religiosa.

Mike Pence, aseguró que la violencia en Nicaragua es financiada por el gobierno de Ortega, y además lo acusó de ser el responsable de todas las muertes ocurridas durante las protestas en ese país, en contra de su gobierno.

Estados Unidos solicita al gobierno de Daniel Ortega de que no continúe con la ola de violencia, que ha traído la muerte de más de 350 nicaragüenses a manos del régimen y que se celebren unas elecciones adelantadas. Ortega declara la guerra

La CIDH responsabiliza al gobierno de la violencia y las muertes

El gobierno de Ortega es señalado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) como el único responsable de todos los hechos de violencia que se han presentados en las protestas, incluidos los sacerdotes agredidos, así como de las muertes.

Es un hecho público, corroborado por las redes sociales, que Ortega ha usado las fuerzas policiales de su gobierno en contra del pueblo, reprimiendo, hiriendo y causando la muerte a muchos nicaragüenses que lo adversan y que solicitan su renuncia como presidente.

El secretario ejecutivo de la CIDH, Paulo Abrão, señalo al gobierno de Ortega como el único responsable de la violencia en Nicaragua.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) ha responsabilizado al Gobierno de Ortega de las graves violaciones a los derechos humanos.

Ataque contra la iglesia el precio por defender al pueblo

Ortega le declara la guerra a la iglesia católica; iglesias asaltadas, sacerdotes heridos y ser tildada de golpista, es el precio que tiene que pagar la iglesia por ser mediadora en esta crisis socio política y apoyar a la coalición cívica que se opone al régimen de Ortega.

La iglesia católica que siempre tuvo su participación política, está al frente del conflicto, entre los diferentes grupos que solicitan la renuncia de Ortega y su régimen dictatorial. Los ataques a la iglesia van en aumento, el dictador ha acusado a los obispos de trabajar con la oposición y esconder armas en las iglesias para acabar con su gobierno.

Monseñor Silvio José Báez, ha denunciado los abusos del régimen en contra del pueblo, a través de los medios sociales, dijo en una entrevista que "lo que hay en Nicaragua es un estado armado contra un pueblo contra un pueblo desarmado".

Báez también dijo que son pastores y que un verdadero pastor, nunca se coloca del lado de los ejecutores. Pese a los 100 días más sangrientos de la historia de Nicaragua, Ortega asegura, que no adelantara elecciones y no renunciara a ser presidente, hasta que se cumpla su periodo en el 2021.