Este jueves sobre el Parlamento británico flotaba un gran bebé de color naranja. El mensaje que rezaba: “Vete a casa”, se veía en las furgonetas estacionadas al lado del palacio de Westminster. Una muralla de sonidos integrada por llantos de niño y mariachis. Manifestaciones en la embajada estadounidense en Londres y en el centro de la capital, eran algunas de las muestras de rechazo aportadas por más o menos 50 mil personas que esperaban a Donald Trump, presidente de EE.UU., luego de su llegada al Reino Unido.

Junto con su esposa Melania, Trump fue recibido en el aeropuerto por algunos dignatarios.

Esta es su primera visita como mandatario de Estados Unidos. Luego de aterrizar la pareja presidencial se trasladaron en helicóptero a la residencia de Woody Johnson, embajador de Estados Unidos en Londres.

Las protestas inundan la ciudad

Simultáneamente con la alfombra roja que adornaba el paso de Trump, las manifestaciones seguían detrás del presidente. Donald Trump aterriza en el Reino Unido posteriormente a haberse reunido con los representantes de los países aliados en la cumbre de la OTAN, y antes de su parada programada en Finlandia donde planea reunirse con Vladimir Putin, presidente ruso. La visita ha ocasionado el pronunciamiento de masas que lo rechazan, el país no veía cosa semejante desde las manifestaciones en el 2003 generadas en contra de la guerra en Irak.

Un intento anticipado de confundir el motivo de las manifestaciones

Trump antes de embarcar su viaje, había dicho a reporteros en Washington que Londres se encontraba algo revuelto. Haciendo referencia a la situación política crítica que el Reino Unido atraviesa por la renuncia de dos ministros en menos de un día, como señal de desacuerdo con las intenciones para el Brexit de Theresa May, primera ministra.

Algunos analistas creen que la mayor razón para el agite que atraviesa la ciudad sea la presencia del mismo Trump, y no la crisis política.

Aún tratándose de un viaje laboral, el rechazo publico hacia el mandatario estadounidense fue inevitable, pero más allá del repudio que recibe Trump en Europa, las relaciones diplomáticas han tenido ciertos inconvenientes cuando el año pasado, después de los ataques terroristas perpetrados en Londres, Trump se dispuso emitir algunos mensajes y mostrar simpatía por los videos antimusulmanes elaborados por grupos derechistas británicos, lo que produjo encontronazos con el alcalde Sadiq Khan, acciones que resultaron dañinas para su popularidad.

Una solicitud en internet el año pasado, pedía a la reina Isabel II no recibir al presidente norteamericano, la petición recolectó por encima del millón de firmas. Jeremy Corbyn, líder de la oposición oficial, pidió a Theresa May en el parlamento el mes pasado, la cancelación de la visita de Trump. La primera ministra antes de la llegada del presidente, comunicó que las relaciones con Estados Unidos tienen un lazo fuerte e importante, también afirmó que para los próximos años no se visualiza relación alguna que sobrepase la fortaleza que se tiene con el país norteamericano.