Varias semanas de angustia después, los doce niños tailandeses serán evacuados de la cueva en la que quedaron atrapados por las lluvias del monzón. Los menores, que pertenecen a un equipo de fútbol de categorías inferiores del país, permanecen en una cueva junto a su entrenador desde hace ya varios días. Inicialmente, los niños habían desaparecido y se desconocía cuál era su paradero exacto, pese a que se sabía la zona en la que habían sido vistos por última vez.
El pasado lunes, día 2 de junio, los pequeños fueron avistados con vida. La buena noticia, que continúan con vida; la mala, que su rescate podría prolongarse por varios días o, incluso, meses.
Un rescate complicado en la cueva de Tailandia
Aunque una de las mejores noticias de la semana fue la de conocer el buen estado de los niños que se habían perdido en Tailandia junto al entrenador de su equipo de fútbol, las malas noticias comenzaron a llegar a los medios de comunicación.
La primera de ellas fue conocer que los menores habían estado sin comer durante varios días seguidos, por lo que una de las prioridades fue la de llevarles alimentos para que no se debilitaran más de lo que ya estaban. Por otro lado, los expertos diagnosticaron que el rescate sería altamente complicado debido a los recovecos con los que cuenta la cavidad en la que se encuentran atrapados.
Los siguientes pasos que dieron los expertos fueron comprobar el estado de la estructura, para evitar problemas mayores en el proceso de evacuación.
Sin embargo, pronto, los equipos de rescate comprobaron que en la operación tendrían que contar con la destreza de los niños, a quienes comenzaron a impartir clases de buceo para poder salir con éxito de la cueva.
Están implicados expertos de varias nacionalidades, además de las fuerzas tailandesas
Las fuerzas de rescate de Tailandia cuentan ahora mismo con la ayuda de las de otros países como Japón, Estados Unidos, China y Australia.
Un total de 1.200 personas están participando en las tareas de ayuda para sacar con vida a los trece atrapados en la cueva situada en un parque natural de Tailandia desde el pasado lunes.
El principal objetivo de estos equipos es drenar todo lo posible en lugar, por medio de la utilización de más de veinte bombas de agua, para que el nivel baje lo suficiente como para que el rescate sea seguro.
Pese a los esfuerzos de los integrantes, el agua no ha bajado tanto como debería por culpa de las fuertes lluvias que están azotando a Tailandia en los últimos días por culpa del temporal.
Las familias de los niños permanecen a la espera
La incertidumbre ha copado las vidas de los padres de los niños del equipo de fútbol que quedó atrapado en la ya famosa gruta desde hace varios días. Desde que comenzaran las tareas de rescate, cuando conocieron el lugar exacto en el que se encontraban los pequeños, éstos no han parado de mandar mensajes de ánimos a sus familiares por medio de vídeos y de cartas en los que demuestran a sus padres que se encuentran con ánimo como para completar la salida con éxito.
Las fuerzas del orden están manteniendo en el anonimato a los padres de los niños del equipo de fútbol, a quienes tratan de apartar de la mirada de los medios de comunicación de todo el mundo que esperan con ansias el feliz desenlace de la operación de rescate. Mientras tanto, los trece buzos internacionales y los cinco de Tailandia están comenzando las labores de rescate que, como bien saben sus familias, podrían prolongarse durante varios días. Tanta dificultad tiene el proceso que, ayer, uno de los expertos en buceo, de la marina estadounidense, falleció por la falta de aire en uno de los tramos del recorrido de la cueva.