Este domingo la extensión de la tregua solicitada por el presidente afgano, Ashraf Ghani, fue rechazada por los talibanes. La determinación de los insurgentes ha resultado un tanto decepcionante para muchos afganos que vivieron momentos sin presidentes, donde talibanes y soldados compartían en conjunto las celebraciones del Eid al Fitr. Sin embargo, el festival que motivó el alto al fuego, no se ha podido llevar en absoluta paz, dos atentados perpetuados por el Estado Islámico dejaron más de 50 fallecidos el fin de semana.

Declaraciones de un portavoz talibán

La agencia France Presse ha recolectado declaraciones de Zabihuallah Mujahid, perteneciente a los grupos talibanes, este señaló: “Esta noche termina la tregua, no pretendemos darle continuidad, con ayuda de Dios retomaremos nuestras actividades”.

El presidente llama a la paz

Posterior un día sin enfrentamientos ni ataques, e inimaginables momentos caracterizados por talibanes y militares elevando oraciones juntos. Ghani en un mensaje enviado al país, ha hecho un llamado a los rebeldes a seguir el ejemplo del gobierno manteniendo el alto a fuego. También señaló, su intención de prestar asistencia médica y permitirles a los presos ver a sus familias.

El representante de los insurgentes, en sus declaraciones, omitió la invitación de Ghani al no generar ningún mensaje alusivo a la intención del presidente.

No Obstante, la OTAN y la Unión Europea, bien recibieron el mensaje. Todas las naciones a favor de la intervención internacional en Afganistán, apoyarían negociaciones que generen paz y encaminen a la recuperación del país. Aunque, para el criterio de algunos analistas, resulta extremadamente riesgoso permitir libertad de movimientos en los últimos días a los talibanes.

Ataques en medio de la paz

Los afganos anhelan la paz más que cualquiera, luego de años de constante guerra. La esperanza para sus jóvenes queda aislada, tal parece que el destino para ellos solo depara el camino de las armas, bien sea con las fuerzas del gobierno o los insurgentes.

Según informan las fuentes, la paz que se respiraba en los momentos de alto al fuego fue interrumpida.

Un radical suicida estalló consigo una bomba que segó la vida de al menos 18 personas, resultando heridas aproximadamente otras 50, el ataque llevaba como objetivo la oficina del gobernador de Nangarhar. Este seria el segundo ataque registrado durante la tregua entre talibanes y gobierno el fin de semana.