Una de las reivindicaciones del movimiento feminista es la legalización del aborto. Muchos países se debaten en este tema al cual no le encuentra una solución que mantenga contentos, tanto a la sociedad más conservadora, como las nuevas generaciones más liberales. Lo cierto es que muchos países siguen en un oscurantismo que afecta el desenvolvimiento de la vida de la Mujer, siendo recriminadas por abortar, enfrentando prisión o incluso perdiendo la vida por afectaciones a su salud al no realizar un aborto preventivo. Uno de estos países es Irlanda que con una enmienda que data de 1989 prohíbe el aborto bajo cualquier circunstancia.

Sin embargo, no todo está perdido. Hay una mujer que desde ese preciso instante ha luchado por la legalización del aborto. Esta mujer es Ailbhe Smyth, feminista acérrima que ha luchado por los derechos de igualdad y hoy en día dirige la campana “Together for Yes” (“Juntos por el sí”), que impulsa un referéndum consultivo para vetar la enmienda implementada en 1989.

El conflicto social en Irlanda

Irlanda es un país en donde la mayoría de su población se identifica como católico. Durante muchos años esta institución ha desempeñado un rol importante en la sociedad irlandesa y ha sido uno de los principales detractores de la legalización del aborto. En 1989 se aprobó la enmienda que prohibió el aborto en Irlanda y la iglesia desempeño un rol importante.

66% de la población votó en contra del aborto. Para ese entonces Ailbhe Smyth fue asediada por la sociedad que la consideraba un personaje que iba en contra de sus valores.

Hoy en día Irlanda vive una situación distinta. La religión sigue siendo un pilar fundamental con un 78% de personas que se consideran católicas, sin embargo, se evidencia un descenso drástico en la asistencia a las misas dominicales que de 91% ha descendido a 30% desde 1972.

Para muchos analistas esta es una de las evidencias que muestran como la iglesia católica ha ido perdiendo fuerza en la sociedad del país.

Lo cierto es que la lucha del movimiento pro-aborto no ha sido fácil. Aunque el movimiento posee el apoyo de la mayoría de los partidos políticos y la aprobación de la mayoría de la población que vive en las ciudades, se estima que un porcentaje alto de personas que habitan en zonas rurales son reacias al movimiento.

Sin embargo la campaña liderada por Smyth ha intentado concientizar a la población, tocando puerta por puerta e impidiendo la injerencia exterior como el movimiento antiabortista americano.

El referéndum

Los primeros sondeos indican que el “SI” será la opción ganadora con 68% de los votos a favor. Lo cierto es que sea cual sea el resultado Ailbhe Smyth ha asegurado que el movimiento para levantar el veto seguirá encaminado.