El pasado 2 de este mes de abril, decíamos adiós a Winnie mandela, la viuda y ex esposa del gran activista sudafricano y ex Presidente de su país, que sufrió casi 30 años de cárcel, y ella, casi la mitad. Pues la revista Slate Afrique revela un episodio de su vida poco halagador para su memoria.
Winnie Mandela, a finales de la década de 1980, lideró un grupo paramilitar que era su guardia personal, llamado “Mandela United Football Club” (MUFC), que no era ningún equipo de fútbol. La revista revela que Winnie, hace 30 años, llegó a secuestrar y maltratar a varios jóvenes negros en Soweto, cerca de Johannesburgo.
“Winnie Mandela estaba allí. Ella empezó a pegarnos, y los demás la siguieron, durante una o dos horas. No comprendía qué pasaba”. Así empieza su relato escalofriante Thabiso Mono, uno de los jóvenes secuestrados y llevados por la fuerza a la casa de Winnie en el barrio de Diepkloof, en Soweto.
Secuestros, torturas y asesinatos
El MUFC era reconocible por que sus miembros llevaban sudaderas amarillas, y se dice que perpetraron secuestros, torturas e incluso una docena de asesinatos o intentos de ello. Aunque debemos recordar que era una época dura para Sudáfrica, todavía bajo el criminal Régimen del apartheid de segregación racial que manchó para siempre la Historia y la reputación del país ante todo el mundo, y que luego su ex marido Nelson Mandela, ya en libertad y como Presidente, ayudó a que salieran de aquel trágico túnel de la ignominia.
La población negra luchaba contra la marginación y la persecución por el color de su piel.
Thabiso recuerda que junto con tres amigos fue secuestrado y llevado a la casa de Winnie Mandela. “Nos encerraron en una habitación trasera”, cuenta con una voz apenas audible, del terror al recordar aquellos días. Stompie Seipei y Pelo Mekgwe eran dos de ellos.
Eran obligados a formar parte del MUFC, y ocurrió que pocos días después fue encontrado el cadáver de Stompie Seipei, que tenía 14 años, en un río cercano, en avanzado estado de descomposición. Se dice que fue asesinado por que se le consideraba un confidente o un negro al servicio del poder segregacionista blanco. Otros le acusaron de haber tenido relaciones sexuales con un cura blanco de Soweto.
Fuera lo que fuera que hubiera hecho Seipei, su muerte de esta manera impactó en aquella época, y por ello, Winnie Mandela fue condenada a dos años de cárcel con cargos y multa por secuestro y malos tratos, y un militante del MUFC, Jerry Richardson, fue condenado a cadena perpetua. También se dice que el MUFC estaba repleto de miembros que en realidad eran policías infiltrados del Apartheid, por ello se explicaría estos comportamientos tan extraños.
Winnie pidió perdón por aquello y ha sido perdonada unánimemente
La madre de Seipei, que actualmente sigue añorando a su hijo muerto, con su retrato en blanco y negro pegado en la nevera de su pobre cocina, cuenta que más adelante se entrevistó con Winnie Mandela, la cual le pidió perdón por todo lo que pasó.
“No estoy encolerizada. El pasado es el pasado. Quiero girar página”, desea la madre. Los otros mencionados pensaban asistir a los funerales por Winnie.
Además, Desmond Tutu, el Arzobispo Premio Nobel de la Paz, fue muy claro al saber o hablar sobre este desagradable asunto: “Debemos pensar que algo fue muy mal, terriblemente mal”, comprendiendo que hay que mirar esto según lo que pasaba entonces, con la violencia latente en la sociedad sudafricana en cada acontecer cotidiano, al verse 20 millones de habitantes negros dominados y sojuzgados violentamente por apenas 5 millones de blancos. Y por ello, Winnie Mandela, de personalidad “brillante y escalofriante”, como la describen muchos, quedará en el recuerdo de sus compatriotas como la Madre de la Sudáfrica moderna, igual que Nelson es el Padre.
Todos coinciden en los enormes sacrificios que Winnie Mandela hizo durante décadas, con su entonces marido en la cárcel durante más de un cuarto de siglo, sin contar las condenas que ella misma sufrió. Explicaría el porqué de estos actos violentos, como podríamos explicar, por ejemplo, actos violentos de la Resistencia Francesa contra los franceses colaboracionistas con la invasión alemana, o los actos violentos (matanzas indiscriminadas, según los soldados franceses) de los guerrilleros españoles durante la Guerra de la Independencia, que tampoco les dejaba nada bien. Pero todos ellos tienen hoy en día un aura de heroísmo para mucha gente.