Evo Morales no cede al diálogo, aunque se sumen más colectivos vinculados a la salud, como, por ejemplo, en el día de hoy el Colegio de odontólogos se suma a las protestas de los médicos apoyando los mismos con un paro de 24 horas.
El conflicto que dura ya más de un mes no parece encontrar vías de solución, con galenos detenidos, cruce de acusaciones y denuncias por parte de los médicos y también del gobierno boliviano que denuncia la presencia de políticos contrarios a Morales en las manifestaciones y de agitadores. Cabe destacar que son varias las manifestaciones de los médicos que se han visto duramente reprimidas por la policía, con gases y violencia policial, llegando a detener 8 médicos en una de las manifestaciones llevada a cabo en La Paz.
60 médicos cubanos para paliar la situación
Según el gobierno, la huelga provocada por lo médicos ha sido causante de 4 fallecimientos, 4 decesos y la postergación de 8.000 operaciones. 600 mil consultas anuladas y una larga serie de contratiempos han derivado en la contratación inmediata de 60 médicos cubanos que realizan sus consultas de manera absolutamente precaria, en consultorios móviles y sin ofrecer las mínimas condiciones sanitarias.
El gobierno de Evo Morales intentó presionar a los galenos con su destitución inmediata a todos aquellos médicos que no se presenten durante 6 días, llegando a condenas económicas por incumplimiento de funciones, la respuesta de centenares de médicos ha sido el inicio de huelga de hambre.
El diálogo no es precisamente un punto fuerte de Evo Morales y su gobierno que intenta imponer sin previa negociación ni consulta una serie de reformas a las que los galenos de todo el país se oponen firmemente, destaca la condena de la mala praxis, la posibilidad de la población de denunciar a sus médicos si consideran que estos no los han atendido de forma correcta y penas de 2 a 6 años si se negara a asistencia a pacientes en urgencias.
Renuncias masivas de médicos
Se han producido renuncias masivas de médicos con responsabilidad directriz en todo el país, en rechazo a las medidas que Evo Morales intenta imponer, al tiempo que el gobierno boliviano intenta responsabilizar de la actual situación a “pugnas internas” por dirigir el Colegio Médico, algo que niegan desde dicha organización.
Casi 60 centros de salud públicos vieron cómo sus directores presentaban renuncia al cargo argumentando su rechazo a un nuevo artículo que ellos afirman es una clara forma de criminalizar su profesión, señalando que penaliza la mala praxis.
Hasta el momento los intentos de ambas partes de alcanzar una solución han terminado en fracasos mientras que por parte del gobierno se esmeran al máximo en intentar culpabilizar a través del ministro del Interior Carlos Romero, quien señala a políticos y activistas de aprovisionar a manifestantes médicos con petardos y elementos para generar violencia, como bombas Molotov, según el ministro, vestidos con batas médicas, gente que busca desestabilizar y desacreditar al gobierno boliviano.
Desde los centros hospitalarios afirman que es falso que se desatiendan pacientes y que es muy posible que mucha gente no acuda a los mismos debido a la huelga que ya lleva 33 días de duración, las farmacias también se sumas a las afirmaciones, alegando que se atiende de forma absolutamente normal.
La presencia de 60 médicos cubanos atendiendo en forma considerada temeraria por el Colegio de Médicos preocupa a estos últimos ya que genera incertidumbre y los pacientes que allí acuden no cuentan con el mínimo de seguridad ni condiciones sanitarias.
La ministra de Salud, Ariana Campero, denuncia cifras de casi un 50% de diferencia con el ministro del interior, según la ministra serían 800 mil pacientes sin atender y 10 mil las cirugías canceladas por el actual conflicto, dejando ver que el gobierno no tiene cifras reales del conflicto, con una falta de comunicación entre ambos ministerios.
Los médicos también denuncian las pésimas condiciones económicas que sufren, con salarios escuálidos y sin apenas apoyo por parte del gobierno, donde la logística brilla por su ausencia, pero a la hora de reprimir los castigos que reciben por parte de la policía se salda con numerosos heridos y detenidos.