Una vez más, el aparato del Partido Republicano y la manera de ver el mundo de Donald Trump vuelven a chocar. Y lo hacen por que el mandatario se obsesiona con apoyar a Roy Moore como candidato a Senador por Alabama, pese a haber sido acusado de acosar sexualmente a chicas menores de edad y cómo dichas acusaciones le perjudican mucho en las encuestas, que dan ya ventaja a su rival demócrata, Doug Jones, en las elecciones parciales de renovación del Senado del próximo 12 diciembre.
Trump se niega a reconocer las acusaciones contra Moore, y lo dice con su prepotencia habitual cuando no se le da la razón.
“Él dice que esto no ocurrió. Y ustedes [los periodistas] deben de sentirlo así”. Lleva diez días seguidos sosteniendo la misma visión del asunto, aunque hasta hace poco lo hacía a través de su portavoz presidencial, Sarah Sanders.
Trump no quiere perder el escaño senatorial de Alabama que fue quien más le votó como Presidente
Hay una razón muy clara de la toma de posición de Trump: Alabama fue de los Estados que más le votaron cuando llegó a la Casa Blanca (más de 20 puntos de ventaja sobre Hillary Clinton tuvo), y perder ese escaño de dicha Cámara en favor del candidato del Partido Demócrata sería una especie de terremoto en las filas republicanas y para el ego del magnate, además de que la mayoría republicana senatorial se reduciría al mínimo.
Sus palabras contra Doug Jones son que “No necesitamos a alguien que será malo contra el crimen, para la frontera con México, para los militares y para la Segunda Enmienda [que habla de la posesión de armas]”, que suenan más por necesidad de defender a Moore como sea.
Un candidato que colocó una estela de los 10 Mandamientos en la Corte Suprema estatal
Mientras, Roy Moore cuenta con el incondicional apoyo de Stephen Bannon, ex asesor de Trump, además del ala dura del partido en Alabama y de los conservadores religiosos, que jamás han creído que él fuera detrás de jovencitas. Con 70 años de edad y juez, Moore es ultrarreligioso, no quiso reconocer el Matrimonio gay en Alabama, donde llegó a presidir la Corte Suprema estatal, y llegó a decir que el ex Presidente Obama no nació en EE.
UU., extravagante teoría sostenida por el ala dura republicana, para deslegitimar su elección como mandatario.
También fue polémica su decisión de colocar en la sede de la Corte Suprema una estela representando los Diez Mandamientos Bíblicos. Sus fans han llegado a buscar citas de la Biblia para defenderlo y justificar todo lo que ha hecho durante su mandato.
La mayoría de republicanos importantes ya no apoyan a Roy Moore, que exigen que se habría tenido que buscar otro candidato, aunque vaya frontalmente en contra de la opinión del Presidente, y como hemos dicho, cae en picado en las encuestas. Mientras, Doug Jones, también juez como Moore, sin hacer tanto ruido, va camino de convertirse en nuevo Senador.
Lo curioso es que Trump apoyó hace pocos días a varios jugadores de baloncesto de la NBA que fueron detenidos en China, sorprendidos robando en unos grandes almacenes. Fueron puestos en libertad, pero al oír al padre de uno de ellos alardeando del robo, se puso furioso y bramó en su Twitter que ojalá no los hubiera sacado de prisión. ¿Será por que el entorno de dichos jugadores no le votan, y el del polémico Roy Moore sí?