Paul Manafort, el exjefe de la campaña electoral de Donald Trump, ha sido uno de los primeros imputados por conspiración contra Estados Unidos, entre otros cargos. Sigue abierta la investigación denominada Russiagate, liderada por Robert Mueller, que trata de esclarecer si hubo coordinación entre el equipo de la campaña del republicano con conexiones en el Kremlin. Ya en enero del presente año, el CNI y la CIA presentaron un informe en el que se demostraba la intervención de Rusia en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016.

Quién es y por qué es tan importante Paul Manafort

Manafort, junto a su socio Rick Gates, fueron acusados el pasado viernes de hasta 12 cargos de delitos entre ellos conspiración contra Estados Unidos, falsos testimonios y lavado de dinero. Esta acusación fue aprobada por el Jurado del Distrito de Columbia, aunque ambos se declararon como no culpables y actualmente se encuentran bajo arresto domiciliario.

Según el documento de la acusación, Paul Manafort, un abogado laborista popular en Washington, estuvo ejerciendo junto a su socio como agente del gobierno de Ucrania y afín al partido del expresidente de Ucrania Victor Yanukovich -prorruso que rechazó la alianza entre Ucrania y la UE, lo cual fue el desencadenante del conflicto ruso-ucraniano en 2013-, sin haber declarado dichas prácticas, lo cual constituye un delito.

Las actividades delictivas de las que son acusados, supusieron para Manafort y Gates unos beneficios de 75 millones de dólares que fueron lavados en compañías extranjeras y cuentas en paraísos fiscales en países como Chipre, San Vicente, Seychelles y las Granadinas. Alrededor de 18 millones, Manafort se gastó en propiedades y bienes para su bienestar, mientras que Gates transfirió unos 3 millones a sus propias cuentas.

A pesar de que los sucesos por los que se les acusa ocurrieron entre los años 2006 y 2015, es decir, comenzaron una década antes de la campaña electoral, esta situación supone un problema para el presidente norteamericano ya que sitúa a su exjefe de campaña en una posición muy vulnerable a presiones y chantajes por los ingresos recibidos y no declarados.

En la investigación, que comenzó James Comey, quien fue destituido por el actual presidente de Estados Unidos, han ido aumentando las sospechas acerca de las relaciones entre el equipo de campaña de Donald Trump y el Kremlin ya que varios miembros de dicho equipo tienen o han tenido estrechos vínculos con los rusos. Uno de los casos más cercanos al presidente de Estados Unidos es su Secretario de Estado, Rex Tillerson, quien fue condecorado por Vladimir Putin a la "Orden de la Amistad" en 2013, la mayor distinción que la Federación puede conceder a un país extranjero.

Declaraciones de Trump

Las únicas pronunciaciones por parte de la Casa Blanca han sido los tweets publicados por el propio Donald Trump en el que aseguraba que los delitos por los que se les acusa sucedieron hace diez años y preguntándose que por qué no se investigan las acciones realizadas por la candidata a la presidencia por el Partido Demócrata, Hillary Clinton, y su equipo.

George Papadopoulos

George Papadopoulos fue el asesor de política internacional del equipo de la campaña electoral de Donald Trump. Está siendo investigado desde el año pasado y en julio fue detenido, momento desde el cual ha estado colaborando con el FBI. Ha sido ahora cuando ha admitido haber tenido contactos con personas cercanas al Kremlin. En el momento en el que negó las acusaciones, el FBI ya tenía constancia de que había tenido conversaciones con alguien vinculado al Ministerio de Asuntos Exteriores de Moscú.

Uno de los contactos a los que admitió no haber reconocido es un profesor, cuya identidad no ha sido revelada, que le aseguraba que le pondría en contacto con una mujer cercana a Vladimir Putin, supuestamente sobrina de este, que le revelaría información comprometida sobre Hillary Clinton.

El caso del profesor vinculado a la Federación de Rusia tiene similitudes con otro suceso acontecido en junio de 2016 en el que tuvieron un encuentro Paul Manafort, Donald Trump Jr., hijo del presidente, y su yerno, Jared Kushner con una abogada rusa que prometía información espinosa sobre Hillary Clinton.