En Colombia, la educación pública ha salido a marchar en las calles, en busca, principalmente, de un apoyo por parte del gobierno. Los Profesores de las instituciones gubernamentales han tenido que enfrentar un aumento de salario mínimo, el cual consideran que no es equivalente al esfuerzo y labor que realizan: educar. Además de tener que lidiar con los cambios impuestos por el gobierno, como es el caso de la unificación de jornadas, colapsando instituciones y a los profesores con una sobrepoblación estudiantil; entre otros. Por estos aspectos, los profesores han salido a marchar en las principales ciudades de Colombia.
El paro se inició el 28 de febrero, cuando la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode) convoca un cese de las labores y el inicio de las marchas, teniendo un listado de puntos y exigencias para el Ministerio de Educación. Luego de una semana, se comenzó la negociación entre maestros y el gobierno, sin embargo, al no llegar a un acuerdo sobre el punto económico, Fecode se retiró de la mesa de conversación y salió a las calles nuevamente.
Demandas
Entre las principales demandas de los maestros está, obviamente, un aumento salarial, lo cual no es negociable; aumento en el presupuesto por parte del gobierno al sector de educación; un mejor sistema de salud, ya que los docentes están sin este servicio en la actualidad; bonificación del 35% del sueldo anual, debido a que el gobierno la proporciona pero los docentes quedaron fuera de esta categoría.
Marchas
El 11 de mayo entraron en paro los docentes. La primera movilización se llevó a cabo el 16 del mismo mes, donde se concentraron en las principales capitales, colapsando el tráfico y animando a varios trabajadores de entidades públicas a protestar con ellos. El 23 de mayo, se llevó a cabo la segunda gran marcha a nivel nacional; luego el 31 de mayo, un día antes de retomar las conversaciones con el gobierno; finalmente, lo que lleva el mes de junio, ha contado con marchas y concentraciones diarias en puntos claves de las ciudades.
Desde el gobierno
El Estado ha tenido varios acercamientos con la Fecode, sin embargo, no hay avances. Por su parte, el ministerio había accedido a las exigencias de la bonificación, aunque en un 15%; desencadenando la ira de la Fecode, quien por su parte reiteró el 35% para docentes que ganan más de un salario mínimo, y 50% para quienes ganan menos.
Convirtiendo la propuesta en algo inviable para el gobierno.
Sin embargo, el punto más crítico del paro está en los estudiantes que están perdiendo sus clases, son alrededor de 8 millones; sin contar el problema en cada familia que no puede estar presente en casa cuidando a sus hijos mientras estos no están estudiando.
Finalmente, el 7 de junio el Presidente Santos realizó un comunicado donde señala que los docentes deben regresar a las aulas si quieren obtener pago salarial; además de reiterar que no hay presupuesto para la educación. El tema sigue caliente y aún no se ven avances que logren divisar una pronta finalización de marchas.