Ahora que se cumplirían 100 años del nacimiento del histórico JF Kennedy, nos encontramos con que uno de los presidentes más queridos de la historia de los Estados Unidos y uno de los más odiados, o sea, Kennedy y Donald Trump, comparten muchas más cosas de lo que parecía en un primer momento. Aunque Kennedy supo aprender de los errores que cometió a lo largo de su carrera profesional como político y quiso asumir sus responsabilidades, algo que no se espera por parte de Donald Trump que, en primer lugar, no es un político profesional.
Además, el icónico matrimonio formado por Kennedy y Jackie siempre ha sido visto como la familia real de los Estados Unidos (a ellos les encantaría tener una monarquía, como sucede en algunos países del continente europeo), mientras que Trump y Melania representan a los nuevos ricos, lo que cualquier estadounidense querría llegar a ser, el nivel de vida que querría alcanzar.
John Fitzergerald Kennedy nació en Brooklur (Masachusetts), mientras que Friedrich Trump (abuelo de Donald Trump, actual del presidente de los Estados Unidos) ya tenía un próspero negocio de tipo inmobiliario en Queens (Nueva York) gracias al dinero que había ganado en la fiebre del oro de Klondike, una región entre Alaska y Canadá. P.J. Kennedy (el abuelo de Kennedy) era el dueño de varios bares de Boston donde tenía licencia para importar whisky irlandés. Con los años, los Trump y los Kennedy representaban lo mejor y lo peor de la sociedad de los Estados Unidos.
Ambos tuvieron como progenitores a hombres duros, muy despiadados en el mundo de los negocios, que no le dedicaban demasiado tiempo a su familia y con muy poca paciencia con sus hijos.
El padre de Trump era un conocido simpatizante del Ku Klux Klan (el grupo anticatólico, antijudío y anti-negros, que respaldó la candidatura de Donald Trump) y se benefició de los contactos políticos para ganar mucho más dinero en el mundo inmobiliario. Joseph, el padre de JF Kennedy era simpatizante de los nazis y llegó a ser el primer presidente de la SEC (Comité regulador de la bolsa de los Estados Unidos).
Cuando Kennedy presentó su candidatura como presidente no las tenía todas consigo, ya que, aunque había sido senador era católico y parecía que el país no estaba preparado para tener un presidente que no fuera protestante. Y mientras que Donald Trump tuvo que enfrentarse a Hillary Clinton, Kennedy tuvo en frente la candidatura de Richard Nixon.
Sus victorias fueron muy controvertidas, en ambos casos.
Trump tuvo el apoyo de Rusia y Kennedy lo tuvo de la mafia. Además, ambos organizaron sus campañas basándose en un mensaje lleno de mentiras y de odio. Sin duda no son tan opuestos como se pensaba.