Desde hace casi 90 días está convulsionada la ciudad de Maracay, inmersa en una ola de protestas, saqueos, marchas, aunadas a la represión por partes de los cuerpos de seguridad que no miden si están presentes adultos, niños, embarazadas o personas de la tercera edad.
La Revolución Bolivariana
Merece particular atención al hecho que los inicios de la llamada Revolución Bolivariana están marcados en esta ciudad debido a la estrecha relación familiar, sentimental y militar que tenía el difunto presidente Hugo Rafael Chávez Frías. Es allí donde nace el Movimiento Revolucionario (MBR-200), el cual tuvo relevancia desde 1992.
La última vez que Chávez estuvo en Maracay fue en la contienda electoral del 2012 y en su discurso expresó particulares vivencias que tuvo en la ciudad, colándose en los corazones de la mayoría de los aragueños que le dieron su voto de confianza y apostaron a un mejor futuro.
La devastación de la moneda y la escasez de los productos de primera necesidad, generaron una crisis sin precedentes. La pérdida de la confianza en las instituciones gubernamentales, la falta de inversión y la violación de los derechos básicos como la Libertad, determinan la magnitud del fracaso revolucionario y es ese el motivo que impulsa a los ciudadanos a salir a las calles a alzar su voz en señal de protesta y de resistencia ante un abominable sistema, aplastante y corrupto.
Hoy llora la ciudad de Maracay
Heridos, muertes, escombros, escasez y devastación se divisa desde cualquier ángulo. Ahora los ciudadanos tienen que levantarse con valor y fuerza para la reconstrucción no solo de la ciudad, sino de los sueños rotos, recuperar la esperanza y la fe de ver de nuevo a la que una vez fue nuestra querida "Ciudad Jardín".
Hago un llamado al mundo entero para que se entere de la verdad. Mi pueblo no lucha por tolda política, mi pueblo lucha por la vida, por la verdad. Basta de impunidad ante tanta crueldad. Hoy mueren inocentes, niños, jóvenes, madres, padres, el cual su único pecado fue alzar su voz y mostrarse contrario a un sistema que ya no da para más.
Y en medio de burlas y amenazas sigue en pie con sus planes macabros y sed de poder.
Lo peor de todo es que, lejos de una solución a corto o mediano plazo, es poco probable que el gobierno acceda a adelantar las elecciones presidenciales. Lo que sí es cierto es que lo más probable es que siga habiendo marchas y manifestaciones hasta que éstas, poco a poco, se desvanezcan sin generar ningún cambio.