El ejército de Filipinas ya ha reconocido la presencia de muchos extranjeros en el país, incluidos de origen árabe que formarían parte de las filas de insurgentes que están peleando en la ciudad de Malawi.

Pero lo más preocupante es que varios residentes de la susodicha ciudad han confirmado a los medios de comunicación locales que los insurgentes que forman parte del grupo Maute, que es el nombre que recibe la franquicia local de Estado Islámico (DAESH), han empleado a menores de edad para llevar a cabo el asalto contra esta ciudad situado en la zona sur de Filipinas.

Dicha información reafirmaría lo que se veía en una serie de imágenes que han sido recuperadas por el ejército en que se puede ver a varios niños muy pequeños peleándose y formando parte de las filas de este grupo radical.

Las imágenes han sido ofrecidas por distintas cadenas de televisión, entre ellas Al Jazzera y se puede ver hasta a niños de unos cuatro años de edad posando con ametralladoras delante de la bandera negra que caracteriza al DAESH mientras los mayores aparecen junto a adultos o forman parte de combates.

Algunos de los medios de la ciudad han entrevistado a los ciudadanos que han sobrevivido a los últimos ataques y han revelado que quienes portaban las armas y mataban a civiles eran los niños.

Muchas organizaciones llevan muchos años denunciando que hay menores de edad participando en los diversos grupos armados que podemos encontrar en la isla sureña de Mindanco.

Se sospecha que Maute recluta a los menores durante las sesiones de estudio del Corán y suelen estar más interesados en los huérfanos de soldados rebeldes que han muerto con anterioridad.

La participación de menores de edad en la refriega de Marawi no hace más que recrudecer esta complicada situación.

Desde el primer ataque contra Marawi en la historia, que tuvo lugar en octubre de 1972, la ciudad ha sido foco de distintos grupos terroristas y grupos armados musulmanes ubicados en el país.

Varios expertos señalan que la paralización de los procesos de negociación entre las autoridades actuales y los grupos de guerrilla (que buscan crear un estado federal con más libertad para la mayoría musulmana de la zona sur del país) ha servido para que se expanda la ideología radical del Estado Islámico y que hayan tenido lugar episodios como el de septiembre del 2013, el ataque de la ciudad de Zamboanga.

El Estado Islámico está perdiendo poder en Irak y Siria; pero, se está volviendo más fuerte en la zona del Sudeste Asiático y Filipinas que se ha convertido en su centro de gravedad. Sin duda que haya niños muriendo al ser ellos los propios atacantes es muy preocupante.