Dos días después de las elecciones, Emmanuel Macron se adapta a su nuevo cargo como líder de la República Francesa, pero repasemos las opciones que tuvieron los franceses al acudir antes de ayer a las urnas:

Por un lado tenemos a Marine Le Pen: política, abogada y antigua presidenta del Frente Nacional. Fiel a las ideas políticas de su padre (también ex-presidente de dicho partido) y presente en el mundo político francés desde 1998, Le Pen comenzó a alimentar su fama en 2012, cuando se colocó en tercer lugar en las elecciones, tras François Hollande y Nicolas Sarkozy.

Este año ha conseguido un segundo puesto, enfrentándose en la ronda final a Emmanuel Macron. Su programa es derechista, bastante extremo y se caracteriza sobre todo por la expulsión inmigrante.

Por el otro, Emmanuel Macron, banquero, licenciado en filosofía y antiguo miembro del Partido Socialista. En 2014 fue nombrado Ministro de Economía, puesto al que renunció para presentarse a las elecciones este 2017. Su programa es liberal pero centrista. Este año, hace dos días más concretamente, se ha convertido en el presidente más joven de la República Francesa y en el Jefe de Estado Francés más joven desde Napoleón.

ÉXITO CRECIENTE DE LE PEN

Los problemas de Francia con el terrorismo (Charlie Hebdo, Bataclan, aquel fatídico 14 de Julio en Niza), así como la reciente elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos auguraban un posible éxito a la extrema derecha de Le Pen.

De hecho, la celebridad de la candidata y el apoyo a sus discursos extremistas y radicales ha crecido en los últimos años, y, aunque no suficiente, ha obtenido ayer un asombroso 34,5 por ciento. Asombroso teniendo en cuenta que estamos hablando de uno de los países europeos más liberales y de mayor diversidad cultural, del pionero de la revolución tras la caída de la Bastilla en 1789.

Le Pen parece haber empleado una táctica similar a la de Donald Trump: aprovechar el miedo del gentío y la ira de los más ignorantes, conviertiendo ambos en un arma de destrucción política. Defensora del cierre de fronteras y de la selección racial, la abogada quería haber obtenido un 40 por ciento de los votos, aunque no ha cumplido su propósito.

FRANCIA CONTRA TRUMP Y LE PEN

Le Pen presentaba un caso similar al de Trump, estando sin embargo mejor preparada políticamente y con un programa más definido. No obstante, no ha sido suficiente, y los franceses han elegido a Macron como su nuevo líder.

Durante todo el proceso electoral, las redes sociales han estado plagadas de comentarios que comparaban estas elecciones con la última votación estadounidense. Muchos aseguraban que la situación del terrorismo global, que tanto ha ayudado a la campaña racista y xenófoba de Trump, podría hacer estragos en la historia y cultura liberal de Francia. No es de extrañar, pues la última ronda de votación no presentaba un candidato claro de izquierdas. El pueblo francés ha debido escoger entre programas políticos a los que no suele estar habituado y, entre derecha y centro, ha preferido al "Trump" menor.

A diferencia de los americanos, los ciudadanos franceses y su fuerte tradición por el respeto y la tolerancia han vencido a la intimidación, al terror y al miedo.

Una Francia luchadora.

Una Francia fuerte.