El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, tras recibir el visto bueno del Senado, ha confirmado la entrada del Estado montenegrino a la alianza transatlántica, realizando, con ello, un importante paso hacia delante, para que se lleve a cabo la plena ratificación del país.

La Casa Blanca, en comunicado oficial, ha felicitado al pueblo montenegrino por su gran resistencia y por el gran compromiso que han tenido con los valores democráticos de la OTAN.

Así, esperan que la incorporación del país balcánico haga más fuerte a la Alianza y que Montenegro vea fortalecida tanto su independencia, como su sistema democrático.

De todas maneras, no habría que pasar por alto el hecho de que más de la mitad de la población del país no quiere formar parte de la OTAN (es una población pequeña, unos 620.000 habitantes).

Se espera que el proceso de verificación sea aprobado por Países Bajos y España, para que se pueda hacer efectivo, cuanto antes. Así, Montenegro pasaría a ser el país número 29 en formar parte del bloque. Se calcula que dicho paso se hará efectivo a finales del próximo mes de Mayo, a lo largo de la próxima cumbre de Bruselas.

Montenegro está viviendo una situación inestable, políticamente hablando, ya que el Presidente del Partido Demócrata de Socialistas ha acusado a la oposición de estar detrás de un intento de golpe de estado, con Rusia como aliado.

Además, acusan a Rusia de estar presionando al país báltico, por lo que entrar a formar parte de la OTAN sería un "aviso a navegantes" para Putin.

Rusia, mientras tanto, dice que parece que la Guerra Fría no ha terminado, por la tensión que está provocando la expansión de la OTAN, esta vez, por los países balcánicos.

Una de las curiosidades sobre Montenegro es que, según el artículo 5 de su Constitución, posee dos capitales: la ciudad con más población y más importante, que es Podgorica; y, la capital monárquica y llena de historia, Cetiña.

Un país lleno de historia que pasó a formar parte del Reino de Serbios, Croatas y Eslovenos, tras la primera Guerra Mundial; y, tras la Segunda Guerra Mundial, pasó a ser absorbido por la República Federal de Yugoslavia, hasta la disolución de la misma, en 1992. Luego, formó parte de la federación de Serbia y Montenegro, hasta el 4 de febrero del 2003.

Su cultura es una mezcla perfecta entre la cultura serbia, eslava, ortodoxa, adriática y centroeuropea.

¿Crees que es un buen paso para Montenegro?