El discurso de Meryl Streep en la pasada entrega de los Globos de Oro 2017 suscitó emociones y desató la polémica

"Tomaré de las palabras de Hugh Laurie: 'Ustedes y todos los que estamos en esta sala, pertenecemos al segmento más denigrado de la sociedad norteamericana en este momento'". Así, y apartando a un lado la chuleta que segundos antes había dicho necesitar, dio comienzo la parte fundamental del discurso de Meryl Streep, en su comparecencia en los Globos de oro el pasado 8 de enero.

El propio Robert de Niro, le escribiría días después una carta de apoyo que rezaba lo siguiente: "Lo que dijiste fue genial.

Necesitaba ser dicho y tú lo hiciste de una forma muy bella. Comparto tus sentimientos sobre gente de mala calaña y abusones. Con tu elegancia e inteligencia tienes una potente voz que inspira a los demás a alzar la suya para que sea escuchada también. Es muy importante que todos alcemos la voz”. Es de justicia resaltar que el actor no simpatiza precisamente con el presidente electo y que, días atrás, se había pronunciado del siguiente modo: "Me pone furioso, es estúpido y me gustaría pegarle un puñetazo en la cara", para referirse a Donald Trump.

Meryl Streep hizo alusión al origen extranjero de muchos actores y mencionó sus lugares de nacimiento mientras los nombraba. Etiopía, Italia, Jerusalén, Canadá, Kenia, y otros lugares, salieron a relucir para después añadir: “Así que Hollywood está plagado de marginales y extranjeros y, si los echamos a patadas, sólo vamos a poder ver fútbol americano y artes marciales mixtas”.

"El trabajo específico del actor consiste en hacer de personas distintas a nosotros y conseguir que ustedes sientan lo que ellos sienten", remarcó, y acto seguido pasó a elogiar las poderosas actuaciones que se habían realizado este año, para detenerse en una que le había conmovido especialmente; y no precisamente porque fuese buena, ni porque hubiera sido realizada por ningún actor.

Se estaba refiriendo a la imitación que había realizado Donald Trump de un periodista discapacitado. El hecho de que la persona que pedía ocupar el lugar más respetable de los EE.UU., faltara así el respeto a quien superaba en poder, privilegio y capacidad de respuesta, le rompió el corazón. "Ese instinto de alguien poderoso cuando busca humillar penetra en la vida de todos porque da derecho a los otros para hacer lo mismo", fue una de sus contundentes frases.

Llamamiento de Meryl Streep a la prensa y a los actores

Al final de su discurso de casi 6 minutos, realizó un llamamiento a la prensa recordando su obligación de exigir responsabilidad al poder, llamarle la atención e indignarse ante muestras de conducta semejantes y conminando a toda la comunidad a unirse al Comité de Protección de la Prensa. Meryl Streep puso punto y final recordando los tiempos en los que le producía pereza tener que trabajar a la hora de la cena o de hacer horas extras, para, a continuación, citando a Tommy Lee Jones, decir: “¿No es un gran privilegio ser actor? Sí. Lo es y tenemos el privilegio y la responsabilidad de la empatía activa”, sentenció con sus propias palabras.

Para terminar, y con la voz teñida por la emoción, citó a su recientemente fallecida amiga, “La Princesa Leia” (Carrie Fisher), colocando la guinda final a su discurso: “Toma tu corazón y conviértelo en arte”.