En estos momentos se observa en los discursos de los diferentes candidatos, presidentes o líderes políticos, un denominador común, que es un lenguaje que invita al patriotismo y a la identidad nacional y local. Se están usando símbolos, lenguajes e ideas que refuerzan el nacionalismo en los ciudadanos. Desviando la atención de los ciudadanos a valorar las propuestas de soluciones en los problemas económicos, sociales, educativos, entre otros.
De igual manera, se percibe el desconocimiento de la solidaridad entre naciones.
Probablemente, los políticos están aprovechando los problemas que se manifiestan por la llegada de inmigrantes y de desplazados por múltiples razones, como son: la guerra, deseo de progreso, entre otros. En la actualidad, ya no es difícil entender que la naturaleza y la sociedad presentan relaciones, interrelaciones, interacciones y redes de comunicación e información, las cuales conforman una sociedad compleja. Al ubicarnos en la complejidad, identificamos los principios presentes.
En este caso, Edgar Morin, hace referencia a tres principios fundamentales como son: el de recursividad, el hologramático y el dialógico. El autor señala que la relación entre los espíritus individuales y la cultura son hologramáticos y recursivos, hologramáticos porque la cultura está en los espíritus individuales y estos espíritus individuales están en la cultura.
Recursivos porque existen inter-retro-acciones entre los individuos y la cultura. Destaca el autor, que el conocimiento es condicionante pero también es condicionado.
Es importante resaltar, aquí entra en juego la cultura, porque ella se hace acreedora de un poder organizador “mediante el vehículo cognitivo que es el lenguaje, a partir del capital cognitivo del conocimiento, de las experiencias vividas, de la memoria histórica, de las creencias míticas de una sociedad".
De este modo se manifiestan representaciones colectivas, imaginario colectivo, consciencia colectiva, todo este capital cognitivo es usado por la cultura pero debe instituir reglas, normas para generar procesos sociales. La cultura y sociedad mantienen una relación generadora mutua, los individuos son portadores y transmisores de cultura, estas interacciones regeneran la sociedad y ella regenera la cultura.
Determinismo sociológico exterior.
Es preocupante porque a partir de estos discursos puede generar Xenofobia, en vez de una sociedad mundo, el aislarnos del mundo propicia el fracaso porque refuerza los conceptos de fronteras y limita al ser humano a tener una visión del mundo.