Si te pierdes por un desierto, lo mejor que te puede pasar, a parte de que te encuentren es llegar a uno de los maravillosos oasis que existen en la tierra, algunos de ellos muy conocidos y otros casi vírgenes, pero todos con encanto, historias y leyendas que no te dejaran indiferente. Vamos a viajar por el mundo y a conocer estos parajes de agua y vegetación que se encuentran perdidos por los desiertos más secos  del planeta.

Oasis Cuatrociénegas. Se encuentra en el desierto de Chihuahua en México, está considerado el más grande de América del Norte, en él te puedes encontrar especies de animales y de cactus que no veras en ningún otro lugar del mundo. Ahí más de 75 especies de insectos, reptiles, moluscos, peces, anfibios, y crustáceos, además de más de 400 variedades de cactus. También las aves migratorias hacen su parada en él y un número elevado de murciélagos. Toda esta fauna y flora variopinta han hecho de Cuatrociénegas un lugar para visitar.

Oasis de Wadi shab. Este verde paraje se encuentra casi oculto en el desierto de Omán, algunos de estos manantiales dispersos a lo largo de este desierto, están siendo estudiados, porque han ido desapareciendo, después de llevar siglos dando agua,  en los últimos años se han ido secando sin saber el motivo.

Lago de Media Luna. Se encuentra en el desierto del Gobi China, su nivel se está viendo afectado entre otros motivos por el aumento de la población, que se ha duplicado en los últimos años, y porque sus aguas están sirviendo para abasteces a los granjeros locales, sería una pena que desapareciese.

Oasis de Chebika. Este ha sido rebautizado por los amantes de Stars Wars con el nombre de Chewbacca, ya que en él se rodó el episodio lV de la saga, se encuentra en Túnez y es seguramente el más conocido gracias a la película. Antiguamente fue un asentamiento romano hoy deshabitado ya que se encontraba lejos del agua, un puente que te encuentras para cruzar unas de las pozas que en las crecidas sería imposible cruzar, te llevan a una cascada donde te puedes dar un baño en sus cálidas aguas.

Oasis de Archëi. Tiene una curiosa forma que se asemeja a la pezuña de un camello, escondido entre paredes escarpadas en el desierto de Sáhara, es una zona desolada donde la vegetación brilla por su ausencia, pero esconde una sorpresa para los que lo quieran visitar, que es ni más ni menos que una colonia de cocodrilos del Nilo, que  viven  atrapados en este lago sin salida al mar. ¿Cómo sobreviven?, para los que desconocen el lugar sería una pregunta lógica, pero tiene una explicación muy simple, en sus aguas existen algas que son fertilizadas por excrementos de camellos salvajes que se acercan a beber, y estas a su vez alimentan los peces que hay en sus aguas y son comida fácil para los cocodrilos.

Oasis de Huacachina. Se encuentra en Perú en la región de Ica, se le conoce como el oasis de América, y es muy visitado por turistas nacionales y extranjeros que buscan el origen de una leyenda del lugar que dice, que una hermosa mujer llega a este lugar donde solo había unos tristes guarangos a llorar la pérdida de su amado, y que sus lágrimas formaron esta hermosa laguna. Hoy en día convertido en zona turística proliferan hoteles y restaurantes para dar cobijo a turistas y viajantes.