“En 2011 se declaró una hambruna en el Cuerno de África que amenazó la subsistencia de doce millones personas en Kenia, Somalía, Etiopía, Yemen y Sudán. La comunidad internacional actuó tan tarde que en 2012 todavía había millones de personas afectadas por la crisis”. Con estas cifras, el fotoperiodista Fidel Raso trae a la palestra un tema del que en su día se habló pero que como ocurre con las agendas mediáticas, pronto dio paso a otras crisis, cayendo esta en el olvido.
Según la FAO, África acoge una tercera parte de los hambrientos del mundo (307 millones), gran parte de ellos en la zona subsahariana (265 millones), foco principal de la inmigración que se dirige a Europa.
“Veintiún estados africanos se incluyen en la categoría 'en crisis' y cuatro de ellos (Kenia, Lesoto, Suazilandia y Zimbabue) padecen un 'insólito déficit' en la producción y suministro de alimentos de los que dependen para subsistir”, recuerda Raso, quien apunta que es necesario cambiar estas agendas, para llenar de “alma” el tratamiento a la Inmigración.