Más de 4.000 personas han participado a lo largo de la pasada semana en un simulacro realizado en Andalucía y Ceuta, cuyo objetivo era preparar, y demostrar dado el caso, que estas dos comunidades autónomas se encuentran los suficientemente preparadas si ocurriera una catástrofe o desastre natural.

El simulacro, al que se le ha denominado SUR16, comenzó el día 4 en Sevilla y se ha dividido entre la capital andaluza y la ciudad autónoma de Ceuta, donde finalizaron los ejercicios el pasado día 7 de abril. La actividad ha puesto a prueba a los efectivos sobre los supuestos de una catástrofe de origen sísmico.

En el caso concreto de Ceuta han participado entre 500 y 600 efectivos, mientras que los más de 3.000 restantes han desarrollado sus pruebas desde Sevilla.

Las maniobras se han desarrollado en base a un ‘Plan de Emergencia ante el Riesgo Sísmico’, tanto de darse en Andalucía, como de ocurrir en Ceuta, donde se activaría el ‘Plan Territorial de la Ciudad Autónoma de Ceuta’. Se ha tenido en cuenta que tuviera que activarse también la declaración de ‘Emergencia de interés nacional’. Esto supondría que intervendrían los principales servicios de emergencias autonómicos y estatales de cada área de actuación implicada. Es decir, aunque se ha desarrollado entre estas dos comunidades autónomas, el ejercicio ha puesto de manifiesto la necesaria relación entre los diferentes cuerpos y competencias de darse una catástrofe de estas dimensiones, incluidos los poderes de carácter político.

Así, además de los militares de la UME –incluido el Estado Mayor–, han participado Fuerzas de Seguridad del Estado y Autonómicas, equipos de seguridad de rescate y efectivos sanitarios. Así mismo, el supuesto ha contemplado la implicación del ministro de Interior, que debería activar una situación de emergencia de nivel 3.

El comandante Demetrio Barrachina, jefe de la Oficina de Comunicación del BIEM III, perteneciente a la principal entidad organizadora del ejercicio, la UME (Unidad Militar de Emergencias), ha explicado que los resultados del mismo han sido muy positivos, pero que ahora se abre un periodo de reflexión y análisis sobre lo ocurrido, a fin de mejorar las posibles incidencias que hayan podido darse.

“El ejercicio ha ido bastante bien y la expectativas se han cumplido”, ha explicado el comandante, que ha añadido: “Ahora lo que debemos de hacer es sacar las lecciones aprendidas para mejorar en la medida de posible nuestra actuación ante este tipo de emergencias”.

Entre esas enseñanzas, han aprendido que del mismo modo que sucedió cuando el terremoto de Lorca, son “las propias situaciones las que te dejan lecciones para aprender de ellas”.

“Pero también es cierto –ha añadido el comandante– que para analizarlo, debemos dejar pasar un tiempo, pues ha sido un ejercicio en el que ha participado la UME pero también mucha gente, y ahora se deben plantear las conclusiones extraídas, debatirlas y ver cómo llevarlas a la práctica”. “Ahora queda el tiempo de reflexión para lo más importante, que es extraer las lecciones aprendidas”. “Pero se puede adelantar que lo efectivos tanto de Sevilla como de Ceuta están lo suficientemente preparados”, ha concluido.