Muchas son las preguntas que se van generando a medida de los padres suelen estar con el recién nacido en casa. Algunas de ellas son: ¿Cómo es el cuidado de un recién nacido? ¿De qué manera debe ser la primera ducha del bebé? ¿Cómo es el cuidado del cordón umbilical? ¿Cuándo se le debe hacer el corte de las uñas? ¿Cómo hacer el lavado de la ropa?

A continuación, algunas recomendaciones para aclarar ciertas dudas que como padres primerizos es muy normal formularse.

El cordón umbilical

Justo a las horas de nacido, el cordón umbilical deja de percibir sangre.

Es entonces cuando suele desprenderse del bebé. Sin embargo, todo depende del recinto hospitalario en donde nazca, pues algunos especialistas suelen recomendar utilizar alcohol de 70ºC, otros solo agua y jabón, y otros dicen que no se necesita nada.

Pero en el caso de usar los dos primeros métodos, deben ser aplicados tres veces al día. Sin embargo, en caso de que el cordón supure o tenga mal olor, es necesario llevarlo de inmediato al pediatra.

El primer baño y la costra láctea

Llegó la hora del baño. Y con ella, las dudas de saber si al bebé le gustará el agua o no. Es entonces cuando a los padres se les recomienda colocar la temperatura adecuada: a unos 36°C o, como algunos dicen, "templada o a temperatura ambiente".

Hay que tener en cuenta que los bebés vienen de estar en un ambiente sumamente caliente y que para ellos la hora del baño es algo nuevo, así que hay que bañarlos cada dos o tres días, sumergiéndolos de una manera suave para que su primer contacto con el agua no les genere una crisis de llanto.

Después de un buen secado, se debe aplicar en la cabeza aceite de oliva, de almendras o algún otro para bebés, masajeando durante un rato.

Ese masaje con aceite retira las costras. Se hace despacio, con cariño, y sin esperar que caiga toda la costra láctea en un día.

Las uñas y sus cuidados

A los bebés suelen crecerle las uñas muy rápido y, como sus deditos son tan pequeños, es recomendable limárselas o cortárselas con unas tijeras de punta redonda, siempre y cuando estén tranquilos para no lastimarlos.

Ojos, oídos y nariz

El cuidado en cuanto a sus ojitos si llegan a presentar legañas es limpiarlos con un poco de algodón mojado en agua templada. En cuanto a los oídos, si se observa cera, limpiar solo lo que se vea externamente con algodón, sin introducirlo hasta el fondo, ya que se le podría lastimar el tímpano.

Mientras, en el caso de la nariz, si se le ven moquitos y eso le ocasiona dificultad para respirar, se recomienda utilizar suero fisiológico por gotas en los orificios nasales. En cuanto a la cantidad, depende del pediatra a consultar y si afloja y diluye el moco y le ayuda a expulsarlo fácilmente.

La ropa del recién nacido y su lavado

Los primeras semanas es importante que el recién nacido se encuentre abrigado.

Hay que tener en cuenta que él viene del útero materno, a una temperatura alta en comparación con el mundo externo. Para saber si el bebé tiene frío o calor, basta con tocar sus manos.

Por otra parte, la piel de los bebés es sumamente delicada y propensa a responder a cualquier reacción alérgica. Es por ello recomendable lavar la ropa por separado, con agua caliente y jabón especial para bebés. Eso elimina cualquier agente externo. No es recomendable utilizar suavizante, ya que ocasiona muchas reacciones alérgicas. Es importante repetir el procedimiento de lavado con las sábanas y mantas de los padres si el recién nacido descansa en su cama.