Al igual que con muchas otras especies de Animales, ya se había comprobado la capacidad comunicativa de varios seres marinos, entre ellos la orca. La mal apodada "ballena asesina", utiliza sonidos diversos para poder coordinar acciones -por ejemplo, la caza -con ejemplares de su mismo grupo. Sin embargo, un estudio actual realizado sobre el lenguaje de las orcas, demostró que además pueden aprender nuevos sonidos dotados de un determinado significado.

Según el estudio, las orcas basan su aprendizaje en una necesidad social. Uno de los experimentos que llevó a los recientes resultados publicados en la Revista de la Sociedad Acústica de América, fue la observación de tres orcas que cohabitaron con delfines.

Durante este tiempo, Ann Bowles, quien estuvo al mando de la investigación, junto con su equipo, registraron que los tres ejemplares fueron capaces de imitar sonidos de los delfines para poder comunicarse con ellos, quienes por lo general producen más silbidos y clics, y no tantos gritos más característicos de las orcas. Por su parte, el grupo de expertos que pertenecen a la Universidad de San Diego, agrega que, debido a su característica de vida social -las orcas forman grupos -es que se fundamenta el aprendizaje vocal, puesto que cada familia establece lo que podría denominarse "dialecto" (forma de comunicación particular de un grupo).

De acuerdo al estudio realizado, Bowles destaca la importancia de estos hallazgos, puesto que los mismos son la prueba del nivel de inteligencia de estos cetáceos científicamente llamados Orcinus orca.

Ya se había podido comprobar su capacidad para la caza cuando se vio las maniobras que producía para conseguir el alimento. La técnica que han desarrollado del varamiento intencional, y que puede observarse en Península Valdés, (Argentina), posibilita que una orca llegue hasta la playa para alcanzar a su presa, preferentemente lobos y elefantes marinos, evaluando con anterioridad el nivel del mar para poder salir con éxito.

Ahora, al demostrar su capacidad para el aprendizaje de nuevos sonidos, los investigadores suman una evidencia más de su inteligencia para encarar situaciones nuevas, lo que en definitiva, puede traducirse en una especie de alivio y esperanza, ya que ese mismo talento puede ser el que las aleje de las amenazas humanas y de los efectos que el cambio climático ya tiene sobre las aguas del mundo.