Hasta que no se pueda hacer uso de los fondos europeos, los cálculos derivados del sistema de prestaciones de la Seguridad Social que entraron en vigor en enero de 2013 y que afectan al sistema de pensiones siguen acelerándose, alcanzando a partir de enero de 2021 la edad de jubilación de 66 años para poder cobrar el 100% de la pensión. Los trabajadores con 65 años que hayan cotizado más de 37 años y tres meses tendrán derecho a cobrar el total de su pensión.
Por otra parte, habiendo cotizado menos de 37 años y tres meses, la edad de corte asciende a los 66 años.
José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, ya declaraba en septiembre que un año de retraso en la jubilación de los ciudadanos españoles supondría un ahorro de más de un punto del PIB en gasto del sistema, ayudando a equilibrar las cuentas de la Seguridad Social. En la dura situación económica que se atraviesa, el nuevo año traerá un ligero endurecimiento de requisitos para solicitar el 100% de la pensión en la edad de corte acordada.
Ventajas y desventajas del retraso en la edad de jubilación
Según los Presupuestos aprobados por el Gobierno para 2021, las pensiones crecerán un 0,9%. Por otra parte, el peso previsto sobre el PIB español para el año que viene es del 13,3%, suponiendo un nuevo techo récord, por lo que si se retrasa la edad de jubilación, un sector activo laboralmente más amplio permitiría mantener el sistema de pensiones al seguir generando ingresos a las arcas públicas a través de los impuestos sin estar disponiendo de dicho dinero.
Por otra parte, al prolongar la vida laboral de la población de mayor edad, se retrasa el relevo generacional y se limita el acceso de los jóvenes al mercado laboral, que además se enfrentan a la precariedad de los contratos y la corta durabilidad de los mismos. Se calcula que los jóvenes no solo han accedido más tardíamente a las cotizaciones de la Seguridad Social, sino que sus sueldos han sido inferiores a los de sus predecesores.
Es por esto que se prevé que, además, mayor cantidad de jóvenes con estudios superiores tengan que emigrar fuera del país para poder trabajar.
Cambios en la jubilación anticipada
Este nuevo escenario también retrasa la edad para acceder a la jubilación voluntaria anticipada a los 64 años de edad, siempre y cuando quien desee retirarse cuente con una cotización de, al menos, 38 años y seis meses.
Además, otro aspecto que endurece esta decisión es que por cada trimestre de adelanto respecto a la edad oficial de jubilación la pensión podría sufrir penalizaciones o reducciones.
En el caso de jubilación forzosa -es decir, en caso de ser despedido por la empresa-, podrá realizarse el ejercicio hasta cuatro años antes de la edad legal, siendo 62 años en 2021. Otro problema que se presenta en este escenario es el caso de las mujeres con lagunas en sus cotizaciones, que corresponden a años dedicados a la maternidad o cuidados sin recibir compensación económica por ello.