El líder de Podemos y vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha vuelto a defender un nuevo impuesto que grave a las grandes fortunas del país y defiende que las nacionalizaciones de empresas "son totalmente posibles". Según Iglesias, si se tiene en cuenta la Constitución Española, las nacionalizaciones son perfectamente posibles. Sus palabras llegan después de que el BNG haya señalado que existe la posibilidad de nacionalizar la empresa ALCOA (que anunció ayer el cierre de su factoría en Lugo que implica la pérdida del 25% del PIB de la provincia gallega).

Igualmente, ERC ha defendido que esta puede ser una opción ante el cierre de Nissan en Barcelona y una manera de salvar los más de 25.000 puestos de trabajo que están en juego.

El líder de Podemos no ha querido hacer mención al cierre de las factorías de Nissan en Barcelona

A lo largo de la segunda sesión de la Comisión de Reconstrucción constituida en el Congreso de los Diputados, el líder de Podemos, que no ha querido mencionar de manera específica la noticia del cierre de las tres factorías de Nissan en la ciudad de Barcelona, ha querido defender que las nacionalizaciones de empresas "no tienen nada que ver con ser de izquierdas o de derechas" y ha considerado que, por encima de todo, debe "velar por el interés común de toda la ciudadanía".

En clara alusión a la intervención realizada en la época del Partido Popular en Bankia, el vicepresidente segundo del Gobierno ha querido dejar claro que si lo que propone el actual Ejecutivo es "socializar las numerosas pérdidas", esa idea no le "convence demasiado".

Iglesias ha pedido al resto de partidos que no 'hagan trampas' a la hora de atacar la nacionalización

Igualmente, Pablo Iglesias ha querido pedir a los distintos partidos que forman parte del Hemiciclo que no caigan en la idea de "hacer trampas y decir que la nacionalización de empresas solo las defienden partidos políticos que son de izquierdas".

"Es falso", insistió. "Quizás en poco tiempo quienes se han convertido en enemigos de la idea de las nacionalizaciones serán los primeros en defender esta idea ante el Gobierno", ha advertido. Iglesias ha querido responder de esta manera a la pregunta realizada por el diputado del BNG, Néstor Rego, que le ha realizado la pregunta de si respaldaría que Alcoa, la empresa de aluminio que ha anunciado su cierre ayer mismo tras años de lucha obrera y tras recibir grandes cantidades de dinero en subvenciones, "fuese nacionalizada como solución para mantener los numerosos puestos de trabajo" si sigue adelante en sus planes de cerrar la planta lucense de San Cibrao.

ERC y BNG piensan igual que el líder de Podemos: nacionalizar es la respuesta ante la crisis industrial

También el portavoz del partido independentista ERC, Gabriel Rufián, quiso hacer referencia a la posibilidad de llevar a cabo una posible intervención por parte del Estado para salvar los 3.000 puestos de trabajo directos (y los 25.000 indirectos) de las tres factorías de Nissan ubicadas en Barcelona. Además, Rufián quiso señalar el hecho de que Nissan "ha percibido la cantidad de 170 millones de euros de las arcas públicas en la última década". El portavoz del partido republicano se preguntaba si el Gobierno "piensa hacer algo ante lo que va a pasar, si piensan entre todos buscar una solución cuando hay una idea que sobrevuela, que se debería recuperar en estos momentos: nacionalizar".

"Sería una gran salida en el momento en el que nos encontramos", apostilló

Iglesias también quiso señalar que el modelo actual de deslocalizaciones durante esta pandemia ha quedado constatado que "es un auténtico fracaso". Este modelo industrial ha dejado a las administraciones que se ocuparon de gestionar la pandemia en una posición "claramente de debilidad frente a unos mercados que respondieron de manera especulativa y que complicaron la adquisición de respiradores, por poner un ejemplo". "Y esto no puede volver a pasar", avisó. Para terminar, Pablo Iglesias ha vuelto a a poyar un sistema fiscal en España que sea mucho "más progresivo" y ha defendido la creación de una Tasa de Reconstrucción, un impuesto que gravaría a las grandes fortunas para que los que tienen más "arrimen el hombro" ante la gran crisis que provocará la COVID-19.