Generalmente en un país estable economicamente, el sueldo devengado por las horas de trabajo sería suficiente para cubrir las necesidades básicas asociadas principalmente a alimentación, vivienda y servicios básicos. En Venezuela no. En este país petrolero la excepción es la regla, para casi todo lo que ocurre a diario.

La inflación galopante es como un gran estómago que lo absorbe todo y sigue creciendo desmedidamente.

Según el informe del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros, Cendas-FMV, la Canasta Básica Familiar durante el mes de enero de 2018 se ubicó en 35.392.706,24 bolívares, lo que equivaldría a 165 dólares.

Lo que quiere decir esa cifra, es que un trabajador en Venezuela debe ganar más de 142 sueldos mínimos para poder acceder a los nutrientes básicos necesarios. O lo que es igual, debería devengar más de 5 dólares diarios y la mayoría de la población gana escasamente un dólar al mes.

El alza en el mes de enero con respecto a diciembre fue de 40,9 por ciento, es decir 10.269.269,58 bolívares. No obstante, la situación es más dramática e increíble si se establecen comparaciones en el lapso de doce meses. En enero de 2017 la Canasta Básica Familiar se ubicó en 832.259,95 bolívares, al cabo de un año registró un incremento de 4.152,6 por ciento, según datos del Cendas.

Educación y vestido también registraron incremento

También otros sectores importantes en Venezuela sufrieron una variación considerable, la educación por ejemplo, subió 16,8 por ciento, de 1.978.647,08 a 2.310.779,02 bolívares. Vestido y calzado aumentó un 14,0 por ciento.

De acuerdo a impresiones de la población, un trabajador podría dar uso a un solo par de zapatos por dos años aproximadamente, teniendo en cuenta que los precios exceden sus capacidades adquisitivas, exceptuando a los niños y adolescentes en edad escolar cuyo calzado van alternando entre hermanos, primos y demás familiares.

En cuanto a prendas de vestir, el hábito de acceder a roperos populares se ha vuelto de moda, así como el de armar y desarmar piezas para variar de estilo.

La salud fue el rubro que mostró el alza más elevado de 185%. El alquiler de vivienda repuntó 114,4 por ciento y los artículos de higiene personal y limpieza del hogar se incrementaron 1.381.433,33 bolívares (60,6 por ciento), teniendo en cuenta que las marcas comerciales siguen extinguidas de los anaqueles de los mercados.

La Canasta Alimentaria Familiar incluye todos los productos alimenticios indispensables para una familia de cinco personas, lo que quiere decir que, si incluso todos los miembros de esa familia trabajaran con salarios mínimos, no les alcanzaría para cubrirla.

Escasean los rubros secos y artículos de higiene personal

La ausencia de productos en los mercados venezolanos también agudiza la crisis económica, la leche en polvo, los proteicos como pollo y carne de res, aparte de margarina, avena, azúcar, aceite de maíz, lentejas, arroz, pastas y harina de trigo se consiguen sólo en mercados a cielo abierto con precios exorbitantes donde los vendedores exigen el pago en efectivo.

En relación a medicinas y artículos de higiene personal escasean el shampoo, jabón de baño, cera para pisos, papel higiénico, pañales, toallas sanitarias, desodorantes, afeitadoras, jabón azul y de olor y fármacos como Atamel, Losartán Potásico, Amlodipina, aspirinas, anticonceptivos y antialérgicos.