Un informe elaborado por la Organización Munidal de la Salud (OMS) y por UNICEF sostiene que en el mundo aún existen muchos territorios que no tienen información que pueda servir para evaluar la calidad de los servicios de agua y saneamiento. En este sentido, en las zonas sometidas a conflictos bélicos o disturbios el problema se acrecienta y se hace extensivo a la población infantil dado que la posibilidad de contar con los aludidos servicios básicos se reduce considerablemente para este sector de la sociedad.
El estudio denuncia que existen "grandes desigualdades" en lo que respecta al servicio de agua entre las zonas urbanas y las rurales.
En el texto de la investigación se explica que la gestión de forma segura de los servicios agua potable y saneamiento tiene que asegurar que esa agua potable no esté en riesgo de sufrir ningún tipo de contaminación y que esté a las disposición en el hogar cuando haga falta sí como un espacio donde los excrementos se traten y eliminen de forma higiénica.
Finalmente, en el informe se aclara que los servicios básicos consisten en contar con "agua potable que esté a una distancia menor del hogar de 30 minutos así como no compartir un inodoro o letrina con otras familias y disponer en el hogar de una pila con agua y jabón".