La Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF denuncian que cerca de cuatro mil quinientos millones de personas no tienen ni recursos ni capacidad económica que les permita disponer de espacios e instalaciones que cumplan con los requisitos mínimos para permitir una higiene adecuada. Además, de la cifra indicada inicialmente dos mil trescientos millones no tienen en casa servicios para sanear el hogar.

Unos seiscientos millones de personas se ven obligadas a compartir un inodoro o una letrina con otras personas. Por otra parte, estas instituciones han constatado que debido al crecimiento demográfico la cifra de personas que hacen sus necesidades al aire libre es de ochocientos noventa y dos millones; principalmente son de África subsahariana y de Oceanía.

Según el informe hecho público por las instituciones citadas anteriormente, la posibilidad que tienen las personas de disponer de agua y jabón para el simple gesto de lavarse las manos difiere según el país estudiado. Por tanto, el comportamiento de las personas en las áreas objeto de análisis y estudio es diferente y así se constata en los datos aportados en zonas del mundo, tan diferentes y distantes, como Asia o África.