Leo Messi, el crack del Barça hizo llegar el pasado 25 de agosto un burofax a la directiva del club azulgrana, donde exponía su firme intención de dejar el club.

La llegada providencial del padre de Messi

Lo de ‘padre no hay más que uno’ ha cobrado de nuevo vigencia gracias al padre del jugador, que aterrizaba hace unos días en el Aeropuerto del Prat, sin decir palabra, pero dispuesto a poner cordura en el tira y afloja que Messi mantenía con la directiva del Club que lo acogió cuando tenía solo trece años y al que ha dedicado toda su carrera. Tras unos días frenéticos llenos de especulaciones y de exigencias por parte tanto del club como del jugador, por fin ha habido un acuerdo

No sabemos si Leo Messi es jugador de Mus, pero desde luego hace tiempo que lanzaba señales e incluso hacía declaraciones, mostrándose en desacuerdo con la directiva del Barcelona y la llegada de Koeman como nuevo entrenador tras el despido de Setien, no mejoró su ánimo.

Pero que el entrenador holandés le dijese a su gran amigo y compañero Luis Suarez que no contaba con él, fue definitivo para que Messi lanzase un órdago que dejó a todo el mundo descolocado. Messi se iba y además gratis gracias a la cláusula que introdujo hace tres años en su contrato.

Se pidió la cabeza de Bartomeu, tanto por parte de los socios como por los seguidores en redes sociales, pero el presidente azulgrana aguantó el pulso, asegurando que si Messi se quedaba, él estaba dispuesto a irse y a todo esto Pep Guardiola, lanzaba su oferta para que Leo recabase en el Manchester City a su lado.

Entrevista exclusiva a Goal con Rubén Uría

Las aguas bajaban revueltas, tan revueltas que ya se vislumbraban los juzgados como árbitro imprescindible, pero esta tarde se ha hecho la luz y Leo Messi ha dicho que se queda, aunque no ha dejado a Bartomeu en muy buen lugar porque dice que no ha cumplido su palabra.

Afirma el jugador que cuando le dijo a su familia que se iba, todos lloraron y que su mujer, aunque muy dolida, siempre le ha apoyado en su decisión.

Asegura que llevaba tiempo diciéndole al presidente su intención, porque consideraba que debía dar un paso al lado y dejar que gente más joven se incorporase. Llegó a sentir que su etapa en el Barcelona estaba acabada, aunque siempre ha querido terminar su carrera en el equipo de la Ciudad Condal.

Confiesa Messi que le es muy difícil renunciar a toda una vida, a la familia, a la ciudad en la que han nacido sus hijos y eso ha pesado en su decisión.

No entiende que alguien haya podido pensar que él quería hacerle daño al Barça, enfrentándose en un juicio y que si se quería ir es porque esté último año no ha sido feliz en el equipo.

Leo Messi se queda y asegura que seguirá dando lo mejor de sí en el terreno de juego, repitiendo que él se quería ir sin perjudicar al su equipo porque nunca ha estado en su ánimo pelearse con el club.