En medio la crisis desatada por el coronavirus, el FC Barcelona ingresa en una etapa de turbulencia, entre los jugadores y su dirigencia. Desde el inicio del estado de cuarentena, se impulsó la medida de que todos los deportistas profesionales verán mermado su salario en un 70%, esto representa un 5,7% del fichaje anual por cada mes que pase de confinamiento. Esta situación conllevaba una excepción, tanto los profesionales del primer equipo de fútbol y los de baloncesto no debían pasar por un ERTE, a diferencia del resto de los empleados del club.
La voz del Capitán (10)
Los jugadores del plantel del primer equipo blaugrana fueron los últimos en rubricar el acuerdo entre las partes, pero no sin manifestar su disconformidad. Leo Messi fue quien tomó la posta y se despachó en instagram: "No deja de sorprendernos que desde dentro del club hubiera quien tratara de ponernos bajo la lupa e intentara sumarnos presión, para hacer algo que nosotros siempre tuvimos claro que haríamos". El mismo mensaje fue reproducido, por el resto de sus compañeros de plantilla.
Los jugadores anunciaron que realizarán un aporte adicional, al que estaba pactado con la dirigencia. Este plus representa un 2% de su salario diario. Esta medida se implementó para asegurar que el resto de empleados que vieron afectados sus salarios en un ciento por ciento, puedan cobrar durante el estado de crisis.
El enfado de los directivos
En los últimos días el presidente de la institución, Josep Maria Bartomeu, intenta bajar los decibeles y manifestarse en un tono conciliador, declarando ante los medios que la dirigencia pretendía desde un primer momento, que el acuerdo entre el plantel y el club fuese algo consensuado y no impuesto por la fuerza, y además aseguró que hubo muy buena predisposición, desde el primer momento.
En contraparte al máximo dirigente de la institución, existen otras posturas referidas al mismo tema y que hizo visible el CEO del club, Oscar Grau. Según su parecer, los jugadores no han hecho nada más que lo que le corresponde, porque es lo que la ley obliga a cumplir.
Grau realiza una comparación aduciendo que "es como si hubiesen aceptado pagar el impuesto sobre la renta y tendríamos que agradecerles por esto".
Sí reconoce que han tenido un gesto positivo, al complementar los sueldos de aquellos empleados, que vieron afectado su sueldo en un 100%. Según el CEO, este gesto representa unos 300 mil euros por mes, pero ellos (los dirigentes) esperaban mucho más de los jugadores.
El mismo dirigente asegura que la entidad no cuenta con un balance para soportar esta situación y que va a tener un impacto muy negativo en el club.
La dirigencia ha realizado un cálculo por el cual el Barcelona se ahorrará 14 millones de euros de salario neto por el primer equipo, y otros dos millones provenientes de los recortes de las otras seccione del club. Dicen que el Barcelona no es un club que tenga un magnate detrás que los respalde, ni tampoco cotizan en la bolsa o pueden hacer una ampliación de capital. Y aseguran que el dinero que les falte para cubrir los gastos, lo tendrán que solicitar a los bancos.