Nuevo revés para Fernando Alonso en su objetivo de conquistar las 500 Millas de Indianápolis y, por ende, la triple corona. El equipo Andretti Autosport ha confirmado los rumores que apuntaban a una posible ruptura del acuerdo que mantenían con el asturiano para disputar la carrera, tal y como hicieron en 2017. Con la confirmación de James Hinchcliffe para el tercer y último monoplaza de Andretti, a Alonso se le cierra otra puerta más y todo hace indicar que la única opción posible pasa por regresar de la mano de McLaren, con quien terminó su contrató como embajador de la marca en la Fórmula 1.
El origen y motivo de este desenlace no es otro que Honda. Andretti tenía cerrado ese monoplaza con Alonso, pero la marca japonesa no quiere ver al bicampeón del mundo con ningún coche propulsado con su motor. En Sakura no olvidan el famoso "GP2 engine" durante el transcurso del Gran Premio de Suzuka de 2015, ni todas las críticas que recibió por parte del piloto durante las tres temporadas que corrieron junto a McLaren. Además, por si fuera poco, Alonso ha ganado el WEC y ha disputado el Dakar con Toyota, uno de los mayores rivales de Honda a nivel comercial. De hecho, el ex piloto de F1 ya actúa como embajador de la marca anunciando sus turismos. En resumen, será imposible reeditar lo que ocurrió en 2017, cuando el ex de Ferrari llegó a liderar la prueba hasta que su motor Honda dijo adiós.
Sin Andretti ni Penske, la vía McLaren se consolida
Una vez confirmado que Alonso no podrá correr con Andretti ni con cualquier equipo que monte motor Honda, lo más lógico es pensar en Penske, una de las mejores escuderías del campeonato, que ya ha ganado en varias ocasiones la Indy 500 (incluidas las dos últimas ediciones) y que equipa motores Chevrolet.
Sin embargo, esta vía es otro callejón sin salida, ya que Ed Carpenter ha anunciado al brasileño Helio Castroneves para su tercer monoplaza. Con Andretti y Penske fuera de juego y casi por eliminación, McLaren gana enteros.
Desde la prensa americana aseguran que el equipo Arrow McLaren SP podría ofrecer un tercer coche a Alonso para acompañar a Patricio O'Ward y Oliver Askew.
Este monoplaza estaría estrechamente vinculado con Andretti, que ayudaría a la escudería británica en su construcción. Esto es algo muy importante, pues Alonso se garantizaría no repetir el desastre del año pasado, cuando no consiguió clasificarse ni siquiera para la carrera con McLaren.
Misma historia en la Fórmula 1
Si el gran objetivo de Alonso para el 2020 es la Indy 500, para el 2021 no es otro que regresar a la Fórmula 1. El asturiano ha dejado claro en varias ocasiones que no le disgustaría regresar a su competición fetiche, pese a no concretar nunca del todo sus intenciones. Recientemente, en una conversación con sus fans, el piloto volvió a jugar al despiste, asegurando que en la F1 ya ha conquistado todos sus sueños.
Pero a su vez, deja la puerta abierta, diciendo que es algo que se verá tras el verano.
Lo que si parece claro es que si vuelve será para luchar por ganar, y es ahí donde surgen los problemas. En Red Bull, Honda nunca permitiría su fichaje por motivos evidentes, y en las altas esferas de Ferrari no es un nombre que agrade. Su salida del Cavallino Rampante pesa y, tal como sucede con Honda, hay quien no quiere verle vestido de rojo. Las malas lenguas hablan de fuertes críticas que vertió en 2014, justo antes de marcharse del equipo, motivo por el cual se explica ese veto. Por lo tanto, sólo una hipotética salida de Hamilton hacia Ferrari podría abrirle un hueco en Mercedes. El inglés aún no ha renovado, y los guiños de Ferrari son evidentes. Aún así, parece difícil.