El gobierno de Brasil lo tiene claro: el ex-jugador de Fútbol, Ronaldinho, ha terminado perdiendo un total de 57 propiedades por no hacer frente a la multa interpuesta por cometer un delito contra el medio ambiente. Además, el ex-deportista tendrá que pagar una multa estimada en dos millones de dólares y no podrá salir de territorio brasileño.
Ronaldinho ha pasado buena parte de su vida fuera de su país y, por esa razón, tiene dos pasaportes: el brasileño y el español. Pero ahora se encuentra que no va a poder usarlos. La justicia del país latinoamericano ha decidido retener al que fuera jugador del F.C.
Barcelona y de la selección de Brasil que se hizo con el Mundial del año 2002 por no pagar una multa estimada en dos millones y medio de dólares impuesta por un tribunal de Río Grande do Sul por haber cometido un delito contra el medio ambiente.
Ronaldinho debería haber pagado la multa de 2,5 millones de dólares hace siete años y nunca hizo nada
Por otro lado, el gobierno ha decidido embargarle 57 propiedades por culpa de la deuda, ya que debería haber pagado dicha multa hace siete años y nunca hizo ni amago de interés en hacerlo.
Pero el jugador espera que su amistad con el nuevo presidente, Jair Bolsonaro (quien lo recibió el pasado mes de junio de una manera muy efusiva) y el actual gobierno de ultraderecha del país le ayuden a no tener que hacer frente a una situación que considera que es infundada, arbitraria y abusiva.
Según el periódico brasileño “Folha”, la fiscalía que se ocupa de los delitos medioambientales del país considera que, en el mencionado estado al sur del país carioca, el brasileño cometió un delito medioambientaljunto a su hermano Roberto de Assis Moreira y la empresa Rena Construcciones. El caso se abrió en el año 2009 por haber invadido una zona de gran valor y bajo preservación ecológica. El edificio construido, con una plataforma de pesca incluida, se adentraba 70 metros dentro del lago Guaíba.
Para hacernos una idea, el jugador habría arrasado una superficie igual a un campo de fútbol. Además, decidió construir un molino en el lugar.
A pesar de la gran fortuna del jugador, este siempre se ha negado a pagar
En enero del año 2012, el juez que llevaba el caso, Mauro Caum Gonçalves decretó que las construcciones debían ser demolidas e impuso la cantidad económica que el jugador nunca pagó.
Además, quiso remarcar que el jugador posee una situación económica privilegiada y realizó las acciones en contra del medio ambiente sin respeto alguno por las normas impuestas en el país para proteger el valioso medioambiente que le caracteriza.
En el año 2015, una nueva sentencia estableció un millón de euros más de multa por los “punitorios”. Por otro lado, Ronaldinho tiene otra deuda con el Estado de dos millones de euros que nunca ha querido pagar.
Según la prensa del país, el ganador del Balón de Oro en el año 2005 poseería una fortuna valorada entre 100 y 120 millones de euros y la mayor parte de las propiedades que han sido embargadas se encontraría en las zona de Río Grande do Sul, con dos excepciones en la ciudad de Río de Janeiro.