"Somos del Rayo, no delincuentes". Este grito es el que destacó ayer entre los aficionados del Rayo Vallecano que se desplazaron hasta Valencia para presenciar el partido que su equipo iba a jugar en Mestalla.

Un partido que finalizó con un 3 a 0 a favor de los valencianistas y decepcionó a los franjirrojos. Aunque no fue lo único que no gustó a los rayistas, que juzgaron que el trato por parte de la Policía Nacional y de la seguridad del estadio no fue el correcto.

No dejaron pasar banderas que estaban previamente autorizadas

En los instantes previos al comienzo del partido, la Policía requisó a los rayistas parte de los objetos de animación, como las banderas.

La Policía Nacional aseguraba que no podían entrar debido a que llevaban incorporados palos que podían servir como elementos contundentes. Dichas banderas habían sido previamente autorizadas por el Valencia, así como un bombo de animación.

Tras hablar con la seguridad del campo, no cedían en su posición, a lo que la Peña Rayista Bus Uno decidió hablar con el encargado de seguridad, que decía más de lo mismo. También quisieron poner una reclamación, a lo que contestaron que en ese momento era imposible. Finalmente y tras estar retenidos, los rayistas tuvieron que desatar las banderas de los palos en plena cola para acceder a Mestalla.

Rayistas expulsados del estadio y prohibido ir al baño

El malestar de los seguidores del Rayo Vallecano continuó con los controles de seguridad.

Varios menores de edad fueron retenidos e inspeccionados al viajar solos, entrando más tarde a presenciar el partido. Más tarde y en mitad del partido, los miembros de la Policía Nacional situados en la grada visitante, de repente, se pusieron los cascos de antidisturbios, lo que no fue de recibo para los allí presentes, que lo interpretaron como un acto innecesario.

La indignación de los rayistas aumentó cuando un joven fue obligado a presentar su identificación para posteriormente ser expulsado de Mestalla. El motivo habría sido porque supuestamente estaba preparándose un cigarro que contenía cannabis, algo que el joven negó en todo momento.

Pero lo que más impactó fue la prohibición de ir a los aseos a cualquier persona que estuviera en la grada de animación del equipo visitante.

No solo estaba prohibido, sino que en el momento que decían que era urgente, la Policía Nacional recurría a pedir el documento de identidad, corriendo por el aire la sensación de desobediencia a la autoridad.

Hay que tener en cuenta que el partido entre el Rayo Vallecano y el Valencia no estaba declarado de alto riesgo, por lo que los visitantes se marcharon visiblemente molestos de la ciudad, al grito de "Somos del Rayo, no delincuentes" y de "Fuera, fuera".