Ya han pasado seis años desde que España ganara un gran torneo, y fue en la Euro del año 2012. Quizás para muchos no ha pasado tanto tiempo y tildan de alarmistas a quienes aseguran que la selección española ha caído en una especie de letargo futbolístico. Pero el dominio de la Roja fue tal, que después de ver las dos últimas actuaciones en Copas del Mundo hacen pensar que no queda ni la sombra de la selección de Aragonés o la de Del Bosque.
El comienzo positivo de una transición
Desde aquella Eurocopa del 2012, España ha cosechado tres tropiezos sucesivos.
Mundial Brasil 2014, Euro 2016, Mundial Rusia 2018. Ahora, con la llegada del asturiano, parece que la Roja está tratando de regresar a aquel estilo de juego que le impregnó Don Luis, sobre todo en lo que respecta a la disciplina y a la ambición por las victorias.
Parte de la reestructuración de la selección se puede observar en jugadores como Saúl Ñíguez. El joven de 24 años es un futbolista muy completo el cual posee una gran capacidad táctica como un desempeño físico importante. Capaz de ayudar a crear juego en el medio campo, o a llegar con contundencia en el área rival, así como lo hizo ante Inglaterra.
La salida de la selección de jugadores como Iniesta, Silva o Xavi Hernández, ya retirados los tres de la absoluta, ha provocado que se voltee a mirar a las nuevas estrellas, y ahí es donde Ñíguez aparece, dándole un nuevo estilo a la selección con su carácter dentro del campo de juego.
Saúl ya deslumbró en su estreno ante Inglaterra
España perdía un gol por cero contra Inglaterra en Wembley cuando apareció desde atrás uno de los tres mediocampistas y marcó el gol del empate. Este no fue otro que Saúl. El de Elche parece estar hecho a la medida para el estilo futbolístico que Luis Enrique desea imponer en la Roja, vertiginoso, intempestivo, vertical y de pegada contundente.
Esta versión de la Roja puede estar viendo como emergen nuevos líderes tanto dentro como fuera del terreno, que se van acoplando a los ya establecidos como Sergio Ramos, Piqué y Busquets. Por lo tanto, los Rodrigo Moreno, Marcos Alonso o el propio Ñíguez, podrían ser la nueva cara del fútbol español y el futuro de la selección.
Sin mucho brillo en verano
Saúl casi no contó para Fernando Hierro, durante Rusia 2018 no jugó en ninguno de los partidos, pero eso es algo que está en el pasado. Con Luis Enrique, el jugador del Atlético de Madrid está teniendo la oportunidad de su vida, y está tratando de aprovecharla al máximo.