Flushing Meadows, Nueva York, Estadio Arthur Ashe. Nombrar ese lugar, esa ciudad, ese recinto etc. hace respirar tenis, al máximo nivel. Eso fue lo que brindaron desde el martes 4 y hasta el miércoles 5 de septiembre el austríaco Dominic Thiem (9º ATP) y el número uno del mundo, el español Rafael Nadal, durante 4 horas y 49 minutos.
Comenzaron a las 9 de la noche neoyorkina (3 de la mañana española) del martes 4 de septiembre, y terminaron a la 1:49 de la mañana del miércoles 5 haciendo vibrar el graderío del estadio principal del centro nacional de tenis en Flushing Meadows: el Arthur Ashe.
Escenario para el épica remontada del mallorquín que lo instala, por séptima vez en su carrera, en la semifinal del US Open 2018.
El duelo entre Nadal y Dominic
Nadal llegaba a este segundo compromiso de los cuartos de final del abierto norteamericano con serias dudas sobre su rodilla derecha, y dudas ante el rival de turno, un tenista que se caracteriza por su endemoniada potencia en sus golpes. Aunque ambos ya se vieron las caras en el final de Roland Garros 2018, se trataba de una superficie muy diferente.
Y no había dudas de la potencia en los swings de Thiem. Fueron 25 minutos donde Rafa estuvo inmerso en un aluvión de pelotas incontrolables.
Una potente derecha del austríaco fue minando como artillería pesada cada punto de la superficie rápida del rectángulo. Tres rupturas de servicio en contra sentenciaron el primer set y la pizarra era lapidaria 0-6 a favor de Thiem.
En los 17 años de Nadal en la ruta del tenis, sólo en tres oportunidades había vivido algo similar en alguno de los Grand Slam: Abierto de Australia 2015 ante Tomas Berdych; Wimbledon 2006 ante Roger Federer, y en este mismo evento, en 2004, frente a Andy Roddick.
Lo vivido en el primer set en lugar de aminorarlo hizo salir el guerrero que hay dentro del nacido en Manacor y las cosas comenzaron a cambiar. Nadal vio como bajaba la efectividad del servicio de Thiem y, cual Rambo, cuchillo en la boca se lanzó al ataque, puso el set 5-4 gracias a un break y lo demás fue sencillo.
Nadal empata el juego a un set por lado.
El balear se apoderó del tercer set, y aunque Thiem trató de complicarlo, Nadal puso las cosas 5-4 y con el turno para servir sentenció el set 7-5 y se puso en ventaja 2-1. Dominic Thiem toma un segundo aire, aunque ahora Nadal no cedía espacio, lo que provocó un tie break que ganó el austriaco (6-7[4]) empatando el juego y provocando el quinto y definitivo set.
La batalla final no fue fácil. Nadal perdió dos oportunidades para romper el servicio cuando el set estaba dos juegos por lado, cosa que se repitió cuando estaba a cinco por lado. Todo forzó a un nuevo tie break, que definiría el pase a la semifinal. Thiem deja escapar un remate en el instante final y Nadal se apunta una nueva semifinal en su carrera; la número 29 en un Grand Slam.
Los rivales
Bastante más temprano, en la misma cancha, el número 3, el argentino Juan Martín Del Potro, al comienzo de la tarde neoyorquina del martes 4 sudó un poco menos que el español y dió cuenta del anfitrión John Isner en cuatro sets con parciales 6-7(5); 6-3; 7-6(4); 6-2.
Si avanza Rafael Nadal, del otro lado estarán buscando un cupo en la final: el croata Marin Cilic (7), quien se medirá al japonés Kei Nishikori (21) y el serbio Novak Djokovic (6), quien se enfrenta al australiano John Millman. Entre estos cuatro tenistas estaría el rival de Rafael Nadal en una potencial final. El argentino y el español se medirán el viernes 7 en la noche (madrugada española del sábado 8).