El sábado se cumple exactamente un mes desde aquel Rusia y Arabia Saudita que abrió las puertas el Mundial de Fútbol. Un total de 62 encuentros se han disputado a lo largo de todo el torneo, y ya solo restan dos partidos para dar por culminada una edición más de la Copa del Mundo.

El partido que nadie quiere jugar

En un Mundial de fútbol existe un encuentro al que las selecciones rehuyen. Es un séptimo partido, pero no como el de la gran final. Es el juego llamado “partido de consolación” que define el tercer y cuarto puesto del Mundial. Quizá los equipos no quieren jugarlo porque les recuerda el hecho del por qué lo están jugando, y no es otro que el haber perdido la semifinal, y más triste, que no estarán disputando la tan anhelada copa.

No obstante, para muchos es mejor ser terceros que cuartos, así que posiblemente se vea un encuentro llamativo para el espectador.

Bélgica e Inglaterra, entre ellos saldrá el acompañante de Francia y Crocia en el podio

Francia y Croacia disputarán el domingo 15 de julio el partido que define el campeón del torneo. Un sueño con el que llegaron 32 selecciones a Rusia, pero que desafortunadamente solo dos tendrán la oportunidad de pelear por el trofeo. Antes de este encuentro, Bélgica e Inglaterra tienen una cita.

Bélgica demostró durante cinco encuentros que era la selección más poderosa del torneo, hasta que se topó con una muy inteligente y bien parada Francia. La selección de Roberto Martínez llegaba a su partido de semifinales como la más goleadora del Mundial, y todo apuntaba a que se marcharía siéndolo salvo que Croacia le anote más de dos tantos a Francia.

Sin embargo, ante los galos no pudieron hacerse sentir en el marcador perdiendo el encuentro un gol a cero.

Inglaterra por su parte no pudo contener a una aguerrida selección croata que corrió durante 120 minutos como si se les fuese a acabar el mundo en el campo. Los ingleses sintieron el cansancio de un extenuante partido y sucumbieron a falta de tan solo 11 minutos para llegar a la definición en tiros desde el punto de penalti.

Cabe destacar que Inglaterra comenzó ganando el encuentro desde el minuto 5 del primer tiempo, pero no lograron mantener la ventaja durante los 90 minutos.

De esta manera ambos equipos cayeron en sus partidos de semifinales y no les queda más remedio que conformarse con el premio de consuelo, el tercer lugar. Quizás no es ganar la Copa, pero el tercer puesto en un Mundial de fútbol tiene su mérito sin lugar a dudas.