El Bayern de Münich salió del Ramón Sánchez Pizjuán con una corta ventaja de dos goles por uno ante el Sevilla, pero con la fortaleza de jugar en casa la vuelta con dos valiosos goles de visitante.

La diosa fortuna se hizo presente en el Pizjuán, pero para los visitantes. Básicamente, el Sevilla logró hacer una buena primera parte al conjunto alemán, en la cual pudo haberse ido con la ventaja en el marcador pero un infortunio de Jesús Navas, quien convirtió en propia puerta, no lo permitió.

Como el fin de semana ante el Barcelona, los andaluces hicieron todos los méritos para llevarse el partido, pero fueron las ocasiones perdonadas las que terminaron sentenciando a los de casa.

A estos gigantes de Europa no se les puede perdonar de tal manera, lo pagaron ante el Barcelona y ahora contra el Bayern.

Tuvo su oportunidad para noquear y no lo hizo. En la segunda mitad, el Bayern sacó todas sus credenciales y el peso de su escudo y camiseta en esta competición para imponer su juego rápido y efectivo ante un rival que había salido con unas energías diferentes a las de la primera parte.

Sin margen de error

Ya son dos veces seguidas en las que el conjunto sevillano logra plantearle un buen partido a un rival grande, pero sus irregularidades a la hora de definir el encuentro, además de la mala fortuna y la diferencia del equipo, han logrado hacerlos conseguir un empate en liga y una derrota en Champions.

Ahora, deberán aprender de los errores para así ir con todo al Allianz Arena para marcarle al Bayern y lograr contenerle todas sus armas para que no hagan daño. A diferencia de este partido, Ever Banega estará nuevamente en el medio de la cancha en el partido de vuelta. El argentino representará un bastión en el mediocampo ante el conjunto alemán para la necesaria tarea de marcar y no dejar marcar en Münich.

Para el duelo de vuelta, el Sevilla tendrá que evitar fallar tantas oportunidades de cara a portería y dar el golpe que deje mareado a su rival para que este no tenga la capacidad de crecerse dentro de la cancha y hacer el monólogo alemán que marcó la segunda mitad y que derivó en la acción que terminó en el gol de Thiago Alcántara.

Ese tanto fue el que marcó la diferencia del empate que había prevalecido desde aquella primea mitad en la cual el Sevilla se ahogó a sí mismo en sus mejores minutos con un autogol de Jesús Navas, el cual empató el partido.

Ahora, dos goles como visitantes y un terreno bastante complicado en suelo alemán es el panorama turbio y completamente nublado que tendrá el conjunto del Sevilla en la vuelta de los cuartos de final de la Champions League.