El Real Madrid aseguró su lugar en las semifinales de la Champions League con una victoria por 3-0 sobre la Juventus en Turín en un juego que también confirmó la mala relación de Gareth Bale con Zinedine Zidane.

El partido del martes marcó la primera vez que el delantero galés, no pudo jugar un solo minuto de un partido de la Champions League desde su llegada al Bernabéu en 2013. Bale estaba en el banquillo en Turín pero obligado solamente a mirar, mientras Lucas Vázquez, Marco Asensio y Mateo Kovacic eran convocados por Zidane.

Cuando Cristiano Ronaldo marcó el gol que marcaría los titulares a la mañana siguiente y estalló el banquillo del Real Madrid, las cámaras de televisión enfocaron al galés sentado con una cara molesta detrás de su entrenador.

Podría decirse que el 14 de febrero fue el día en que Zidane se separó de Bale. En la jornada anterior, el extremo estuvo entre los suplentes cuando el PSG visitó el Bernabéu y solo le dieron 22 minutos de la eventual victoria por 3-1. Al final del juego, Bale fue el único jugador que no permaneció en el terreno de juego para aplaudir el apoyo de los fanáticos. Sergio Ramos fue visto instándolo a que se quedara, pero Bale se fue rápidamente por el túnel.

El exilio de Bale en la Champions League apunta a un movimiento de verano

Durante las etapas eliminatorias de la Champions League de este año, Bale se ha destacado por solo 36 minutos de juego, que incluye el doble juego contra el PSG y el partido del martes en Turín.

Esos 22 minutos en el Bernabéu que irritaron visiblemente al galés representaron la manzana de la discordia: jugó 14 minutos en el Parc des Princes y se quedó en el banquillo en Italia.

Bale con un pie fuera

El verano pasado, Zidane no se opuso a la idea de vender Bale para dejar espacio a Kylian Mbappé. Pero Bale decidió quedarse en Madrid a pesar del interés del Manchester United.

La relación entre los dos se ha ido erosionando gradualmente esta temporada e incluso después de que el doblete de Bale ayudara al equipo para conseguir la victoria contra Las Palmas el fin de semana pasado, Zidane restringió sus elogios a un comentario escueto: "Estoy feliz por él y eso es todo".

Después del partido contra la Juventus, se le preguntó a Zidane si Bale ahora se considera detrás de Vázquez y Asensio en el orden de prioridad en el Bernabéu: "No", respondió el francés. "No subió al campo, pero eso fue porque otros lo hicieron con diferentes trabajos. Pero todavía estamos contando con Gareth. Tenemos otro juego el domingo y él tiene que estar listo".