El Barcelona ganó ayer otra Copa del Rey más por cinco goles a cero ante el Sevilla. Ya son cuatro finales consecutivas a las que llega el Barça y cuatro que consigue llevarse al bolsillo. Otra más para el palmarés, al que pronto podrá sumarse también la liga para que la era Valverde firme su primer doblete desde que el técnico llegó al banquillo el verano pasado con la marcha de Luis Enrique.

Espectáculo del Barça

Los azulgranas no sólo ganaron, sino que además se divirtieron y así lo transmitieron a su afición que pudo disfrutar de un partido de ensueño.

La cara amarga de la noche fue Andrés Iniesta que, a pesar de anotar uno de los cinco goles de la final, se marchará a China cuando termine la liga.

Valverde debe seguir

Las últimas informaciones con respecto a Ernesto Valverde afirmaban que el técnico sería despedido si no hubiese conseguido llevarse la Copa del Rey. A pesar del tropiezo en Roma en la Champions, Valverde tiene que continuar siendo el entrenador del Barcelona. Y no sólo por una temporada más, sino por varias. Los proyectos llevan su tiempo y Valverde ha demostrado una calma y un temple que, aunque no le ha llevado a llegar más allá en la Champions, puede ser muy importante para los momentos claves de la temporada en los que te lo juegas todo. El entrenador lleva sólo un año entrenando a un "grande", hay que darle una oportunidad más. Cuando se acostumbre, lo ganará todo.