Cuando a los 25 minutos del primer tiempo el marcador reflejaba un 2 a 0 a favor de la selección francesa, todo hacía presagiar lo peor, ya que no se veía como se podía dar vuelta a ese marcador y menos jugando en la casa de un equipo llamado a dar la pelea en el próximo Mundial de Rusia 2018. Sin embargo, un cambio actitudinal de todos los jugadores colombianos para la segunda mitad desembarcó en una de las remontadas más históricas del fútbol colombiano teniendo como escenario el Stade de France en París y dejando un 3 a 2 para la historia.

Borrón y cuenta nueva, no ha pasado nada, es sólo un amistoso; fueron algunos de los comentarios de los mismos jugadores de Colombia que no se dejaron enceguecer por el resultado, y si bien saben que fue un magnífico resultado, el objetivo final es tener ese nivel en el mundial a realizarse en 2 meses y medio en las heladas tierras rusas.

Pero esta mentalidad se debe a que, si hacemos un flashback y recordamos el famoso 5 a 0 contra Argentina en el camino al mundial de USA 94, que envolvió al país cafetero en una exagerada confianza la cual fue contraproducente y nociva porque se creyeron campeones de un torneo en el que ni siquiera superaron la segunda ronda, nada bueno queda de conclusión. La victoria de aquel entonces fue tan importante que el mismo Pelé dió a Colombia como el próximo campeón mundial, un concepto jamás dicho ni siquiera por el más fiel hincha de Colombia. Fue así como esta serie de hechos llevó al equipo a perder el norte, a creerse lo que no era, y por ende, al fracaso en aquel mundial. Es por eso que todo se está tomando con mesura, madurez y cabeza fría para que algo así jamás vuelva a pasar.

El siguiente en la lista

Ahora se viene Australia, un equipo de menor exigencia pero que dará la posibilidad de probar alternativas diferentes en posiciones y estrategias sin perder la esencia de lo que está acostumbrado a jugar Colombia. Lo que asusta es que no sea un partido tan memorable como el de Francia, y como el hincha colombiano es tan voluble y puede pasar del fanatismo patriótico exagerado de si se gana, a decir que no merecemos ni siquiera ir al mundial si se pierde.

Colombia está en un momento estelar de su historia deportiva y es por eso que quieren redondear con una participación inolvidable en el mundial que está por comenzar ya que no sólo hay el talento humano, sino las capacidades para lograrlo, siendo así, el partido ante los Canguros, debe ser tomado con toda la responsabilidad y aplomo del caso para evitar sorpresas desagradables y reafirmar el momento por el que se pasa y hacer ver que el triunfo ante Francia no fue producto del azar.

Las figuras cafeteras

Años anteriores era muy difícil encontrar alguien que se encargara de tomar la batuta en partidos de esta categoría y ser la figura, pero la realidad del fútbol colombiano ha cambiado mucho y ahora la mayoría de sus jugadores actúan en las mejores ligas y equipos del mundo. James y Falcao son sin duda las estrellas del equipo cafetero y todos saben que si unen sus fuerzas y habilidades darán muchos dolores de cabeza a más de uno, pero hay otros que sin ser tan rutilantes hacen un trabajo vital y silencioso como el caso de David Ospina y Carlos Sánchez en la parte de atrás, o de los más jóvenes que empiezan a surgir como Juanfer Quintero.

Pekerman, con mucho hermetismo pero a la vez profesionalismo, ha logrado cumplir los objetivos que muchos en algún momento dudaron que lograría como clasificar a Colombia a mundiales consecutivos e incluso mejorar su mejor participación en las citas orbitales superando los octavos de final de Italia 90; es por eso que este será el examen final para todos, el cual por qué no, si el destino y la vida lo quiere, el país del café y el sombrero vueltiao, pueda quedarse con su primera copa mundo.

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