El mundial 2014 no solo trajo muchas alegrías colectivas para la selección colombiana, sino también la consagración de James Rodríguez como un verdadero crack al tomar la batuta de la selección cafetera y llevarla hasta los cuartos de final y sobre todo, por lograr ser el goleador del certamen con 6 tantos en tierras brasileras, logrando así un hecho histórico para el balompié colombiano. Fue tan rutilante su hazaña, que lo llevó hasta el mejor equipo del mundo, el Real Madrid, y tras una brillante primer temporada con 17 tantos y más de 10 asistencias, todo comenzó a cambiar cuando el mando del timonel merengue cambió de técnico por Rafa Benítez y luego por Zinedine Zidane, siendo este último, quien al final no sólo lo dejaba en el banquillo, sino muchas veces lo mandaba a la tribuna para la sorpresa de propios y extraños.

Para nadie fue un secreto que las últimas dos temporadas antes de llegar a su nuevo equipo, James Rodríguez sufrió en carne propia el olvido y a veces desprecio de su propio entrenador, que si bien lo alababa y respaldaba en conferencias de prensa, no lo hacía en la cancha cuando debía refrendar esa confianza. Aun así ganó dos Champions League y una Liga Española pero mirando desde el banquillo o muchas veces desde la tribuna.

Con esta indeseable situación, su carrera estancándose y mucho talento sin mostrar, James comenzó a perder la paciencia y a pesar de que cada vez que era enviado a la cancha respondía; seguía sin ser del total agrado de Zizou. Uno de sus últimos goles en un clásico contra el Barcelona de Messi, comenzó a despedir silenciosamente al talentoso colombiano del Santiago Bernabéu; la temporada acabó de manera fantástica para el equipo pero no en lo personal ya que no se sintió partícipe de los títulos obtenidos y los celebraba con discreción.

¿Quién rescato a James?

Carlo Ancelotti fue el entrenador que creyó en él la primera vez que llegó al Real Madrid allá en el 2014 después del mundial de Brasil; y así mismo, fue quien lo quiso en sus filas de nuevo, pero esta vez para jugar por Bayern Munich alemán. Había mucha tristeza por todo lo que significaba para Colombia ver a James ser el 10 del Madrid, pero quizás era lo mejor porque tenía herido su talento, sus ganas, su liderazgo y estando allí no habría como recuperar eso.

Nuevas costumbres, nuevos compañeros, nuevas sensaciones y todo un país respaldando lo que sería su nueva casa. Llegaba al mejor equipo de Alemania, país campeón del mundo y al equipo con más historia en su propio país; y si bien la tarea no iba a ser fácil y muchos dudaban de él, tenía una oportunidad más para conquistar con su Fútbol y gran talento.

Llegó el día de su debut y a pesar de que no fue muy auspicioso ya que el equipo perdió 2-0 ante el Hoffeinheim, hubo destellos de calidad y buenas sensaciones en los minutos que jugó.

¿Qué hizo cambiar a James?

No fue un 2017 fácil, se divorció de su esposa, estuvo involucrado con una modelo rusa, acusado de ser un chico de fiestas y seguido por cualquier cantidad de paparazis que querían publicar lo que decía, lo que hacía y hasta lo que no. Esa serie de situaciones crearon una atmósfera de más mentiras que realidades pero lo cierto fue que le causaron un gran desequilibrio emocional que fue muy difícil de lidiar ya que pasó de ser un muchacho tranquilo a una celebridad de mucha fama en boca de todos.

Su fútbol que fue lo que lo llevó al estrellato estaba pasando a un segundo plano e importaba más lo que dijera o lo que pasara con las situaciones de su vida personal. El amarillismo se apoderó de cada uno de sus días y fue por esto que en la cancha no salieron las cosas de la mejor manera ni con el Real Madrid ni con la selección Colombia.

Pero el salvavidas que lanzó Ancelotti y sobre todo su actitud para recobrar la memoria en un momento clave, el cambiar de aire, el volver a empezar de cero, aislarse de un contexto tan mal intencionado y recordar la humildad de su niñez, su gente, sus días de entrenamiento en Colombia lo llevaron a hacer click en su cabeza, lo hicieron tomar conciencia de que estaba a tiempo de darle vuelta a todo lo malo que había vivido y continuar siendo ese profesional intachable y consagrado que incluso antes de estar en el Madrid era.

Hoy en día, aparte de los pases y goles que la mayoría de fines de semana hace, ha crecido no sólo como profesional, sino como ser humano que es aún más importante y lo mejor de todo, es que se ha transformado en un ejemplo a seguir para muchos niños no solo en Colombia sino alrededor del mundo que sueñan ser como él algún día. Sus sueños son los de todo un país que no pierde pisada del 10 colombiano cada fin de semana y que espera que todo ese talento vuelva a ser descollante en la próxima copa mundo que está a la vuelta de la esquina y en la cual seguramente si está en su mejor nivel volverá a ser una de sus estrellas.