Dicen que en el mundo del Fútbol el tiempo es fundamental. Lo que ayer es éxito, mañana puede ser fracaso... y al revés. El proyecto de Luis Enrique terminó mal. Es cierto que en 2015 se logró el triplete y por un momento daba la sensación de que había vuelto el gran Barça de los últimos tiempos. Pero se quedó en un espejismo. El nivel de juego nunca dio muestras de grandeza y sólo una actuación sobresaliente de Messi, Neymar y Suárez mantuvo al equipo en lo más alto.
Pero en fútbol hace falta mucho más. Una plantilla, un proyecto. Entonces llegó Ernesto Valverde tras tocar fondo.
Todo comenzó mal, con la marcha de Neymar, los fichajes frustrados y el baño recibido frente al Real Madrid en los dos encuentros de la Supercopa de España. Todo hacía presagiar que sería un año muy duro para los intereses blaugranas. Ese era el sentir general.
Las promesas del club a Messi
En ese contexto de incertidumbre, Messi tenía que renovar por el Barça. Era tan importante la decisión que el argentino apuró la firma casi hasta el final. Leo necesitaba un proyecto sólido, que le permita seguir brillando y hacer disfrutar a los aficionados del Barça. Bartomeu le prometió que tendría un proyecto ganador. Y así ha sido. Primero con Valverde de entrenador, que ha devuelto la paz y el sentido al día día en Sant Joan Despí.
En el capítulo de fichajes, Semedo, Dembélé, Paulinho, Coutinho y Yerry Mina son refuerzos de plenas garantías. Además, se ha agilizado la operación salida. Arda Turan, Rafinha y Mascherano han abandonado el club ya, mientras que Gerard Deulofeu podría hacerlo en los próximos días.
Todavía queda la guinda del pastel
El Fútbol Club Barcelona ha recuperado la autoridad en su juego.
Los centrocampistas vuelven a ser importantes. Se ha recuperado el estilo de toque y paciencia que se había perdido con Luis Enrique. Iniesta, Busquets y Messi lo agradecen, el fútbol también.
Pero para que se termine de cumplir con garantías lo prometido por la directiva en la firma de renovación de Leo Messi, todavía faltan un fichaje bomba y un regalo de última hora, a petición de Messi.
El fichaje que terminará de engrandecer a este nuevo Barça, es un secreto a voces. El francés Antoine Griezmann llegará en junio, previo pago de la cláusula de 100 millones de euros. El otro refuerzo, petición expresa de Messi, es el de un mediocentro organizador, de características similares a las de Xavi Hernández. Ese jugador es la joven perla brasileña Arthur, que maravilló en la pasada Copa Libertadores. Servirá para rematar un proyecto. Un Barça al servicio de Leo Messi.