Desde el pasado jueves 9 de noviembre hasta este miércoles 15 del mismo mes, las selecciones se están disputando la repesca con el fin de poder lograr un sueño mundialista. Pero participar no garantiza obtener el boleto al Rusia 2018.

Muchos equipos han logrado clasificar, mientras que otros, se han quedado de últimos en el marcador, con las ganas de sentir la adrenalina de jugar el Mundial de Rusia 2018. Ejemplo de ello es Italia.

La selección cuatro veces ganadora de la Copa del Mundo perdió el lunes 13 de noviembre ante Suecia tras caer 1-0 en el marcador global.

El encuentro que se disputó en el estadio San Siro de Milán, contó con un equipo italiano con ansias de anotar un gol contra una selección sueca que hacia lo posible para tener la defensa como un muro de contención.

Los gigantes también lloran y se levantan ante cualquier adversidad

El gran portero de la selección de Italia, Gianluigi Buffon, se lanzó a la derecha, a la izquierda y estuvo atento al frente en todo el partido. Sin embargo, eso no fue suficiente, dado que el defensa de Suecia, Jakob Johansson, fue la pesadilla del gran guardameta tras anotar un gol desgarrador para el equipo contrario.

Tras llegar el silbato que le puso fin al partido, las lágrimas no se hicieron esperar y fueron las protagonistas en las canchas, unos de alegrías y otros de tristeza dado que este era el último partido de Buffon con la selección italiana.

"Siento que este haya sido mi último partido", dijo Buffon entre lágrimas tras estar a punto de cumplir 40 años, obtener 175 partidos y no podrá cumplir su sueño de ser el primer futbolista en disputar seis mundiales.

Para el gran guardameta, Rusia era el broche de oro para el final a su carrera, y lamentó que el último partido de la selección signifique quedar fuera del evento deportivo más grande del mundo.

Luego de pasar el trago amargo de la noticia, Buffon dio la cara con la frente en alto como todo un capitán y habló ante las cámaras con una voz rota, los ojos rojos y la tristeza en el rostro e indicó que tanto los jugadores como Giampiero Ventura cargan en sus hombros la culpa de no cumplirle a sus fanáticos, quien a su juicio, los acompañaron hasta el final con cantos y gritos y ahora tendrán que ver el Mundial desde el televisor de su casa.

Italia estuvo forzada a jugar la repesca al finalizar en segundo lugar del grupo G de la eliminatoria de Europa, con siete victorias, dos empates y una derrota.