¿Cómo es posible que en pocos años el que decían mejor equipo del mundo se haya metido en una crisis de tal manera que hasta la mayor estrella emergente del fútbol actual haya salido del equipo? Es fácil, una mala gestión de fichajes, un mal presidente, un peor director deportivo y nadie que pueda solucionar la papeleta.

En la temporada 2014-2015 el Fútbol Club Barcelona ganó su 5º Champions League y su última gran copa internacional. En julio de ese mismo año Josep Maria Bartomeu salía elegido como presidente de la entidad en julio, aunque llevaba desde enero del año anterior ejerciendo tras la renuncia de Sandro Rosell.

Con la salida de Rosell fue despedido su director deportivo, Andoni Zubizarreta, autor de fichajes como Afellay, Alex Song,, Keirrison o el defensa central Henrique. Pero también hizo llegar al club a Jordi Alba, Cesc Fàbregas, Zlatan Ibrahimovic o Alexis Sánchez. Su trabajo culmina la contratación de Neymar Jr. quien desencadenaría la caída del anterior presidente.

En el impás entre Zubizarreta, que deja el club en enero, y el nuevo director deportivo ya con Bartomeu como presidente electo, Robert Fernández, se gesta la contratación de Luis Suárez, que no debutó hasta que finalizó la sanción por el mordisco a Chiellini en el mundial, en octubre.

En esta temporada 2014-2015 el Fútbol Club Barcelona, además de a Suárez, se trae a Mathieu y Vermaelen para complementar una defensa que se había quedado sin Carles Puyol; fichan a Rakitic, Ter Stegen y Bravo; además fichan a otro jugador de esos a los que nos tiene acostumbrados el Barsa, a Douglas.

Esta fue la primera temporada de Luis Enrique al frente del banquillo del Camp Nou y parece que la última de buenos fichajes. Por su parte, dejarían el equipo el mencionado Puyol, Víctor Valdés, Cesc y Alexis Sánchez.

En la temporada 2015-2016 el club catalán, teniendo que acatar una sanción FIFA, tiene cerrada la ventana de fichajes, por lo tanto, los jugadores que ficharía este año, jugarían a partir de enero.

Entre ellos vienen Aleix Vidal , que haría una gran campaña en el Sevilla la anterior campaña, Arda Turan, jugador que le costó al Barcelona 34 millones de Euros. Este año saldrían del equipo entre otros Pedrito y Xavi.

Ya en la temporada pasada, la 2016-2017 la plantilla se reforzaría con André Gomes, Paco Alcácer, Umtiti, Digne, Cillesen y la vuelta de Denis Suárez.

El total el gasto de fichajes ascendió a 122 millones de Euros. En cuanto a salidas tenemos la de Bravo, Bartra, Dani Alves, Martín Montoya o Sandro Ramírez.

Y para esta temporada han recomprado a Deulofeu, de momento han fichado a Paulinho, Semedo y a Marlon, pero por contra se han ido del equipo Mathieu, Tello y Neymar entre otros.

Todavía le faltan fichajes para hacer, pero vemos como año a año han ido perdiendo muchísimo potencial y no han sido capaces de traer a jugadores que puedan mejorar lo que tenían, ni siquiera igualarlo. Solo hay casos aislados de buenos fichajes o de jugadores de cantera que si han cumplido las expectativas como Sergi Roberto, Ter Stegen o Umtiti.

Tras el batacazo de la Supercopa han fichado a Paulinho, jugador que ya viene de vuelta, del fútbol de China, donde realmente no se compite a gran nivel y que tiene 29 años.

Será complicado que pueda rendir a buen nivel. El próximo fichaje que van a anunciar es el de Jean Michaël Seri, un semidesconocido jugador de la liga francesa por el que van a pagar cerca de 40 millones de Euros. Y mientras a la espera de que se termine la negociación por Dembelé y Coutinho.

El problema del Barcelona no es que haya perdido el rumbo en el campo de fútbol, es que ha perdido el norte en la directiva y en el encargado de fichar, y esto está repercutiendo en el campo. Si no se actúa rápido, seguramente perderán a más buques insignia de la plantilla, hartos de la ineficacia de sus directivos, y cada vez será más grande la ya astronómica diferencia de calidad con el eterno rival, el Real Madrid.