El Barcelona sigue sin poder fichar al futbolista que ocupe el lugar que ha dejado Neymar tras su escapada al PSG. A pesar de tener mucho dinero para refuerzos, hasta este momento no ha sido capaz de llevar a buen puerto ninguna de las negociaciones que tiene abiertas.
Tanto la afición como los propios jugadores de la plantilla se empiezan a desesperar viendo que no se consigue traer a ninguna estrella que devuelva la ilusión perdida tras los últimos acontecimientos.
Han sonado muchos nombres a a lo largo del verano, pero hasta el momento solo hay tres caras nuevas en el vestuario, Gerard Deulofeu, Nelson Semedo y Paulinho que acaba de llegar por 40 millones de euros.
El gran favorito
El principal objetivo de la dirección deportiva del Barça para ocupar la vacante dejada por el brasileño es Osmele Dembelé. Se piensa que el francés tiene la calidad, técnica y velocidad perfecta para formar un excelente tridente junto a Luis Suárez y Leo Messi.
El gran problema es que el Borussia de Dortmund está pidiendo por el futbolista nada más y nada menos que 150 millones de euros, cuando hace apenas un año llegó al equipo germano por 15. Un negocio redondo que los azulgranas no están dispuestos a aceptar.
Como mucho el Barcelona quiere ofrecer 100 millones de euros, pero ya estaría buscando formulas para poder abaratar la operación. Han ofrecido jugadores como Munir o Arda Turan pero los alemanes solo quieren a uno de estos dos intocables para Ernesto Valverde.
Estarían dispuestos a negociar si en la operación entrara o Sergi Roberto o Ivan Rakitic. Dos de los jugadores claves en el esquema del nuevo entrenador, por lo que parece imposible que puedan aceptar la propuesta.
Con este panorama, y Dembele en rebeldía sin querer entrenar con sus compañeros, solo queda esperar a que pasen los días para saber como se puede resolver este tema que trae de cabeza al club catalán.
Philippe Coutinho
Pero no solo tienen esta negociación abierta, Coutinho también esta en la misma situación. El Liverpool ha rechazado todas las ofertas que hasta el momento ha hecho el Barcelona y el jugador brasileño por ahora no cuenta para Klopp.
Lo que queda claro es que en caso de no concretar ninguna de estas operaciones, la afición se puede echar encima de una directiva que no está haciendo las cosas nada bien.
Y no solo eso, un problema mayor sería que Leo Messi, que aún no ha firmado su renovación, se cansara de no tener un equipo competitivo y decidiera cambiar de aires. Esperan unos días muy moviditos en el Camp Nou.